28.8.21

Narrativa e identidad personal

 

Jorge Larrosa

Estamos hechos de historias: de las que escuchamos, de las que contamos, de las que nos contamos, de las que nos contamos sobre nosotros mismos, de las que otros cuentan sobre nosotros. En fin, la narrativa es un constante enriquecimiento del devenir constante que somos. En este corto fragmento, Larrosa aborda la cuestiones de la narrativa en relación con la identidad personal.

De lo que se trata aquí es de mostrar cómo el sentido de lo que somos o, mejor aún, el sentido de quién somos, depende de las historias que contamos y que nos contamos y, en particular, de aquellas construcciones narrativas en las que cada uno de nosotros es, a la vez, el autor, el narrador y el caracter principal, es decir, de las autonarraciones o historias personales. Por otra parte, esas historias están construidas y mediadas en el interior de determinadas prácticas sociales más o menos institucionalizadas: un confesionario, un tribunal, una escuela, un grupo de terapia, una relación amorosa, una reunión familiar, etc. Por decirlo en una sola proposición, el sentido de quién somos es análogo a la construcción y la interpretación de un texto narrativo y, como tal, obtiene su significado tanto de las relaciones de intertextualidad que mantiene con otros textos como de su funcionamiento pragmático en un contexto. 

La experiencia de la lectura. Estudios sobre lectura y formación. (1996).

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7.8.21

Nos da miedo pensar

Bertrand Russell

No siempre estamos dispuestos a aceptar las consecuencias en nosotros y en los demás, del ejercicio de pensar. Tarde que temprano, el pensamiento termina cuestionando la moral establecida y los límites del poder. El texto del filósofo inglés (1872-1970) es una vehemente defensa del pensamiento crítico, tan mentado pero tan escaso en nuestros días. 

El ser humano teme al pensamiento más de lo que teme al cualquier otra cosa del mundo; más que a la ruina, incluso más que la muerte. El pensamiento es subversivo y revolucionario, destructivo y terrible. El pensamiento es despiadado con los privilegio, las instituciones establecidas y las costumbre cómodas; el pensamiento es anárquico y fuera de la ley, indiferente a la autoridad, descuidado con la sabiduría del pasado.

Pero si el pensamiento ha de ser posesión de muchos, no el privilegio de unos cuantos, tenemos que habérnoslas con el miedo. Es el miedo el que detiene al ser humano, miedo de que sus creencias entrañables no vayan a resultar ilusiones, miedo de que las instituciones con las que vive no vayan a resultar dañinas, miedo de que ellos mismos no vaya a resultar menos dingos de respeto de lo que había supuesto.

¿Va a pensar libremente el trabajador sobre la propiedad? Entonces, ¿qué será de nosotros los ricos? ¿Van a pensar libremente los muchachos y las muchachas jóvenes sobre el sexo? Entonces, ¿qué será de la moralidad? ¿Van a pensar libremente los soldados sobre la guerra? Entonces, ¿qué será de la disciplina militar?

¡Fuera el pensamiento! ¿Volvamos a los fantasmas del prejuicio, no vayan a estar la propiedad, la moral y la guerra en peligro!

Es mejor que los seres humanos sean estúpidos, amorfos y tiránicos, antes de que sus pensamientos sean libres. Puesto que si sus pensamientos fueran libres, seguramente no pensarían como nosotros. Y este desastre debe evitarse a toda costa. Así arguyen los enemigos del pensamiento en las profundidades inconscientes de sus almas. Y así actúan en las iglesias, escuelas y universidades. 

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22.7.21

Lectura introductoria al Protágoras de Platón a partir del problema de la virtud (aréte)

Edgar Bravo M. 

Entre los diálogos de Platón, sobre todo los llamados diálogos socráticos, el Protágoras ocupa un lugar privilegiado. Aquí Platón expone, de manera amplia, diversas concepciones de Sócrates acerca de la educación, la cultura y la ética. Junto con la Apología y el Critón, el Protágoras nos da una visión de conjunto del pensamiento socrático.

 

Pero el mérito del Protágoras es más amplio. En cuanto a su estilo, goza de una perfección difícilmente igualada por ningún otro diálogo. La vivacidad de los personajes y la fluidez con que se desarrolla el diálogo mantienen, a lo largo del mismo la vitalidad, la elegancia y la claridad. En su extensión, también sobrepasa y con mucho, los demás diálogos socráticos. En cuanto a su contenido, Platón desarrolla temas muy socráticos, dejando de lado cualquier alusión a la Teoría de las Ideas. Por todo lo anterior, no resulta aventurado pensar que este diálogo fuera escrito en una época posterior a los primeros diálogos, no muy posterior quizá, y que tenía como fin aclarar y conservar las enseñanzas de su maestro.

 

En el Protágoras se encuentra una variada reflexión sobre la virtud; parte de esta reflexión se inicia ya en diálogos anteriores. Pero a diferencias de esos diálogos, en el Portágoras el análisis no se centra en una virtud particular, sino en todas las virtudes particulares en general, en sus relaciones entre sí y sus relaciones con la virtud toda. Además de estos temas, otros que estructuran el diálogo se refieren al debate, entre Sócrátes y Protágoras, sobre la posibilidad de enseñar la virtud, sobre la concepción de la virtud como saber y sobre la relación entre placer y saber.

 

El diálogo se abre precisamente examinando Sócrates las pretensiones de los sofistas de erigirse en maestros de la virtud política. El escenario es la casa de Calias, adonde asisten las personalidades intelectuales de la época: Pródico, Hipias, el joven Alcibíades, Protágoras, entre otros. Podemos imaginarnos el diálogo completo como un ejemplo típico de la polémica suscitada por los sofistas en la segunda mitad del siglo V a.C. en Grecia, en torno al problema de la educación, sobre todo enfocado a la vida política. En el diálogo, Platón contrapone la concepción ética de Sócrates con la paideia de los sofistas. El problema formulado es el siguiente: ¿puede la sabiduría del sofista engendrar en otros hombres la virtud para hacerlos buenos ciudadanos?, en otras palabras, ¿es la virtud enseñable?

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7.7.21

La oveja negra


Augusto Monterroso                                                                                                                                                                                                   Nacido en Honduras, nacionalizado en Guatemala y exiliado en México, el autor de La oveja negra y demás fábulas, 1969, a través del relato breve atribuye a los animales características propias de los seres humanos. En la fábula que aquí presentamos, Monterroso contrapone las ovejas blancas, que representan la mayoría, con la negra, que sería la minoría. Muestra también el rechazo social al que piensa diferente y y como después de condenarlo y excluirlo es exaltado como ejemplo. 



La Oveja negra

En un lejano país existió hace muchos años una Oveja negra.

Fue fusilada.

Un siglo después, el rebaño arrepentido le levantó una estatua ecuestre que quedó muy bien en el parque.

Así, en lo sucesivo, cada vez que aparecían ovejas negras eran rápidamente pasadas por las armas para que las futuras generaciones de ovejas comunes y corrientes pudieran ejercitarse también en la escultura.

20.6.21

La ciencia moderna y las matemáticas

Yuval Noah Harari

El mundo ha cambiado vertiginosamente en los últimos 500 años y, en buena parte, se debe al surgimiento de una ciencia nueva basada en la observación, el método experimental y el desarrollo de las matemáticas. Esta nueva forma de conocer deja atrás la fuente de saber que dominó el mundo europeo medieval: la Biblia. Ahí estaban todas las respuestas a lo que importaba saber. En este fragmento de la obra de Harari, De animales a dioses. Breve historia de la humanidad, se muestra las novedades que trae consigo este nuevo saber científico, en particular, el impacto de las matemáticas.

 

 “En 1500, los humanos estaban confinados a la superficie de la Tierra. Podían construir torres, escala montañas, pero el cielo estaba reservado a las aves, los ángeles y las deidades. El 20 de julio de 1969, los humanos llegaron a la luna. Esto no fue solo un acontecimiento histórico, sino una hazaña evolutiva e incluso cósmica. Durante los cuatro millos de años de evolución previos, ningún organismo consiguió siquiera abandonar la atmósfera de la Tierra, y ciertamente ninguno dejó la huella de un píe o de un tentáculo sobre la luna”.

Yuval Noah Harari

 La ciencia moderna no tiene dogma. Pero posee un núcleo común de métodos de investigación, todos los cuales se basan en recopilar observaciones empíricas (las que podemos observar con al menos uno de nuestros sentidos) y ponerlas juntas con ayuda de herramientas matemáticas. 

 A lo largo de la historia, la gente recopiló observaciones empíricas, pero por lo general la importancia de la misma era limitada. ¿Por qué malgastar recursos preciosos para obtener nuevas observaciones cuando ya tenemos [en la Biblia] las respuestas que necesitamos? Pero cuando los individuos modernos admitieron que no sabían las respuestas a algunas preguntas muy importantes, vieron necesario buscar un saber completamente nuevo. En consecuencia, el método moderno de investigación científica dominante da por sentada la insuficiencia del conocimiento antiguo. En lugar de estudiar antiguas tradiciones, ahora se pone el énfasis en nuevas observaciones y experimentos. Cuando la observación actual choca frontalmente con la tradición pasada, damos prioridad a la observación. Desde luego, los físicos que analizan los espectros de galaxias distantes, los arqueólogos que analizan los hallazgos de una ciudad de la Edad de Bronce y los politólogos que estudian la aparición del capitalismo no desdeñan la tradición. Empiezan estudiando qué es lo que han dicho y escrito los sabios del pasado. Pero desde su primer año en la facultad, a los aspirantes a físicos, arqueólogos y politólogos se les enseña que su misión es ir más allá de lo que Albert Einstein, Heinrich Schliemann y Max Weber llegaron a conocer. j

                                                                                                                                                           De animales a dioses. Breve historia de la humanidad.

2015.


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13.6.21

La poetisa Rabia Balkhi y los talibanes

             

                                                           "Ven, invita a mis ojos y a mi alma, de lo contrario,                                                                        toma una espada y acaba con mi  vida".                                                                                                    Rabia Balhki, siglo IX-X.


El periodista pakistaní Ahmed Rashid (1948), conocedor a profundidad del movimiento islámico radical talibán, muestra en el siguiente relato acerca del legado de la poeta Rabia Balkhi, el carácter ultraconservador de este movimiento. 

En Mazar se encuentra la tumba de Rabia Balkhi, una hermosa y trágica poetisa medieval. Fue la primera mujer de su tiempo que escribió poesía amorosa en persa, y murió trágicamente después de que su hermano le cortara las venas de las muñecas como castigo por haberse acostado con su amante esclavo. Rabia escribió su última poema con su propia sangre mientras agonizaba. Durante siglos jóvenes uzbekos de ambos sexos visitaron su tumba y la veneraron como a una santa. Allí rezaban por el éxito de sus amores. Cuando los talibán ocuparon Mazar, prohibieron las visitas a la tumba. El amor, incluso para una santa medieval, estaba ahora prohibido.  

                                                                                                                                                                                                              Ahmed Rashid,                                                                                                             Los talibán. El Islam, el petróleo y el nuevo "Gran juego" en Asía Central, 2001

26.5.21

Ulises y el canto de las sirenas

Homero

John William Waterhouse, Ulises y las sirenas, 1891

El relato que aparece en la Odisea de Homero sobre el encuentro de Ulises con las Sirenas y la manera cómo este enfrentó el seductor canto de aquellas es una metáfora de la condición humana. El canto de las sirenas es un reflejo de nuestras apetencias, de las cuales no siempre sabemos o no queremos saber. Este fragmento es una sabia reflexión sobre el conocimiento de sí mismo, y sobre la incidencia que el placer y la templanza tienen en la vida humana.  

"Pero á mí, Circe me tomó por la mano, me hizo sentar separadamente de los compañeros y, acomodándose á mi vera, me preguntó cuanto me había ocurrido; y yo se lo conté por su orden. Entonces me dijo estas palabras la veneranda Circe: 

11.5.21

La herencia biológica y cultural

Francisco José Ayala

La evolución del ser humano, a diferencia de la de los demás organismos, tiene dos dimensiones: una, biológica; la otra, cultural. La evolución cultural es específicamente humana; no se da, al menos en sentido propio, en ningún otro organismo. En el ser humano, la evolución biológica y la evolución cultural se entrañan mutuamente como las dos vertientes de una cordillera. Las dos vertientes pueden ser muy diferentes en topografía, e incluso en flora y fauna, pero están mutuamente relacionadas de múltiples maneras y conducen a las mismas cimas. De manera análoga, la evolución biológica y la cultural depende una de otra. La cultura sólo puede existir sobre una base biológica apropiada y depende enteramente de la naturaleza y las cualidades de tal base. Al mismo tiempo, la cultura extiende sobremanera el poder adaptativo de la naturaleza biológica y constituye la fuente más importante de los cambios ambientales que determinan la evolución biológica humana. 

Las dos dimensiones de la evolución humana, biológica y cultural, corresponden a las dos clases de herencia, genética y cultural, que existen en el ser humano. Medawar llama a estas dos clases de herencia endosomática y exosomática; respectivamente. La herencia biológica es similar en el ser humano y en los demás organismos de reproducción sexual. Se basa en la trasmisión de información genética en forma de ácido desoxirribonucleico (ADN) de una generación a las siguiente a través de las células sexuales o gametos. El cigoto, resultante de la fertilización del óvulo femenino por el espermatozoide masculino, contiene la información genética que, interaccionando con el ambiente, dirige el desarrollo de las características anatómicas, fisiológica y psicológicas del individuo adulto. 

21.4.21

La distinción aristotélica entre los saberes teóricos, poiéticos y prácticos

Adela Cortina & Emilio Martínez Navarro.

Los saberes teóricos (del griego theorein: ver, contemplar) se ocupan de averiguar qué son las cosas, qué ocurre de hecho en el mundo y cuáles son las causas objetivas de los acontecimientos. Son saberes descriptivos: no muestran lo que hay, lo que es, lo que sucede. Las distintas ciencias de la naturaleza (Física, Química, Biología, Astronomía, etc.) son saberes teóricos en la medida en que lo que buscan es, sencillamente, mostrarnos cómo es el mundo. Aristóteles decía que los saberes teóricos versan sobre “lo que no puede ser de otra manera”, es decir, lo que es así porque así lo encontramos en el mundo, no porque lo haya dispuesto nuestra voluntad: el sol calienta, los animales respiran, el agua se evapora, las plantas crecen… todo eso es así y no lo podemos cambiar a capricho nuestro; podemos tratar de impedir que una cosa concreta sea calentada por el sol utilizando para ello cualesquiera medios que tengamos a nuestro alcance, pero que el sol caliente o no caliente no depende de nuestra voluntad: pertenece al tipo de cosas que “no pueden ser de otra manera”.   Seguir leyendo.

10.4.21

Acerca de la distinción entre ética y moral

Javier Sádaba

Antes de entrar en la estructura de la ética, no estará de más realizar alguna observación sobre las diferencias, si existen, entre las palabras ética y moral. Es un hecho que muchas veces las utilizamos como sinónimas (y así las utilizaré yo) de la misma manera que, de forma pedante, los personajes públicos suelen referirse a la ética de forma enfática como si fuera una moral solo que más profunda. Y esto más que aclarar confunde. Dejo sin entrar en detalle la etimología de ambos términos porque se trata de un tema enrevesado. Ética procede del griego y moral del latín. Por otro lado, en griego y solo con el cambio de una vocal ya no se dice lo mismo. Además, el significado de una palabra no es su etimología sino el uso que hagamos de ella en el lenguaje. En este sentido y trasladándonos a nuestros días, yo distinguiría tres usos para la ética. Uno es más antiguo y lo imponen dos grandes figuras de nuestra historia filosófica.  Seguir leyendo...

25.3.21

El valor de la filosofía

Bertrand Russell

Habiendo llegado al final de nuestro breve resumen de los problemas de la filosofía, bueno será considerar, para concluir, cuál es el valor de la filosofía y por qué debe ser estudiada. Es tanto más necesario considerar esta cuestión, ante el hecho de que muchos, bajo la influencia de la ciencia o de los negocios prácticos, se inclinan a dudar que la filosofía sea algo más que una ocupación inocente, pero frívola e inútil, con distinciones que se quiebran de puro sutiles y controversias sobre materias cuyo conocimiento es imposible.  

Esta opinión sobre la filosofía parece resultar, en parte, de una falsa concepción de los fines de la vida, y en parte de una falsa concepción de la especie de bienes que la filosofía se esfuerza en obtener. Las ciencias físicas, mediante sus invenciones, son útiles a innumerables personas que las ignoran totalmente: así, el estudio de las ciencias físicas no es sólo o principalmente recomendable por su efecto sobre el que las estudia, sino más bien por su efecto sobre los hombres en general. Esta utilidad no pertenece a la filosofía. Si el estudio de la filosofía tiene algún valor para los que no se dedican a ella, es sólo un efecto indirecto, por sus efectos sobre la vida de los que la estudian. Por consiguiente, en estos efectos hay que buscar primordialmente el valor de la filosofía, si es que en efecto lo tiene. 

5.3.21

Síntesis de la Apología de Sócrates, de Platón

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                            En la Apología se presenta la defensa de Sócrates en su propio juicio. A diferencia de otros diálogos platónicos, el contenido no gira en torno a la definición de ninguna palabra. Se trata de dar un testimonio de su vida como prueba de sus convicciones morales para desmentir a quienes lo acusan de ser impío, sofista y corruptor de los jóvenes. El compromiso cívico y militar con la ciudad y los valores democráticos como la justicia y la obediencia a las leyes que ella detenta está, para Sócrates, por encima de cualquier otra consideración política, social o personal.


De otra parte, su compromiso adquirido en el templo del Oráculo de Delfos reafirma su vocación ciudadana y lo lleva a “vivir filosofando, examinándome a mí mismo y a los demás” (Ap., 28 e).

    

Es precisamente esta misión, la de buscar siempre la sabiduría y la certeza de que nunca se debe cometer una injusticia, la que lleva a Sócrates durante el juicio a no tratar de evitar la pena de muerte: “Si sé que es malo y vergonzoso cometer injusticia y desobedecer al que es mejor, sea dios u hombre. En comparación con los males que sé que son males [cometer injusticia y desobedecer] jamás temeré ni evitaré lo que no sé si incluso es un bien [=la muerte]” (Ap. 29 b).

     

Así la defensa de Sócrates en la Apología resulta ser, por un lado, una reflexión sobre la vida y la muerte, y por otro lado, la postulación de un principio según el cual es preferible sufrir la muerte o cualquier injusticia antes que traicionar lo que resulta más valioso, la filosofía, la verdad y la justicia. 


Palabras clave: Juicio de Sócrates, Oráculo de Delfos, Justicia.      
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17.2.21

Síntesis del Critón de Platón

Edgar Bravo M.
Poco antes de su muerte y a propósito de ella, Sócrates examina si los principios que han conducido su vida son aún válidos en esta situación. En efecto se trata de revisar si todavía resulta aceptable obrar de acuerdo con el principio de que “jamás es bueno ni cometer injusticia, ni responder a la injusticia con injusticia, ni responder haciendo mal cuando se recibe el mal” (49 d) ...

Palabras clave: justicia, leyes.    Seguir leyendo: PDF

3.2.21

Síntesis del Hipias Mayor de Platón

Edgar Bravo M

En este diálogo se indaga por la belleza. Es decir, “por aquello que, bello en sí mismo, añadido a cualquier otra cosa – piedra, madera, hombre, dios, una acción o un conocimiento cualquiera – hace que esta sea bella (292 c-d). Las definiciones propuestas por Hipias resultan inválidas frente a los argumentos de Sócrates. Es así, por lo que no se puede afirmar, al menos en este diálogo, que la belleza se defina cono lo que es adecuado a cada cosa, o como lo que está en las cosas en razón de su utilidad. Tampoco podemos aceptar su identificación con el bien, ni con lo agradable. Así, entonces, lo único que resulta cierto en este diálogo es el proverbio que dice que “lo bello es difícil” (304 e).                           Seguir leyendo: PDF   Palabras clave: belleza, sofistas.

 

19.1.21

Síntesis del Hipias Menor de Platón

Edgar Bravo 

Cómo en otros diálogos del período de juventud de Platón, el Hipias Menor gira también en torno a una cuestión de carácter moral. ¿Quién es mejor, el hombre que sabiendo obrar bien obra mal voluntariamente o aquel, que siendo ignorante, a causa de ello, obra mal involuntariamente? La pregunta surge después de haber aceptado, a través de varios razonamientos, que el hombre experto en hacer bien una cosa, es también experto, si se lo propone, en hacerlo mal; en tanto que el hombre inexperto podría, por causalidad, sin proponérselo, hacerla bien.      Seguir leyendo: PDF


7.1.21

Síntesis del Ion de Platón

 Edgar Bravo M.                                                                                                                                             El tema que domina el Ion es la inspiración poética. Sin embargo, aparece también, y como oposición al anterior, el tema del conocimiento a través de la ciencia y las técnicas. Se trata de mostrar en este diálogo que el poeta debe su arte no a una técnica, sino a una especie de predisposición o don divino.                                                                                                                                                                                                                                                                                   Este don divino actúa como una fuerza en los poetas, los encanta y los llena de entusiasmo, haciendo que ellos a su vez, con sus palabras trasmitan ese entusiasmo a los espectadores. “De ahí, -dice Sócrates-, que todos los poetas épicos, los buenos, no es en virtud de una técnica por lo que dicen todos esos bellos poemas, sino porque están endiosados y posesos” (Ion, 533 e)...      Seguir leyendo.           Palabras clave: inspiración poética, poeta, ciencia.

10.12.20

Síntesis del Lisis de Platón

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                   El Lisis pregunta por el significado de la amistad. Como en todos los diálogos escritos por Platón en su primera época, al final del diálogo no se llega a ningún resultado preciso.

El Lisis nos va a mostrar, a través de un ejercicio dialéctico, la variedad de aspectos que en torno al tema de la amistad suscita la discusión de Sócrates con los jóvenes atenienses. En primer lugar, hay que determinar quién es amigo de quién. En el caso de los amantes, después de examinar la cuestión, la reciprocidad no parece posible. Sócrates se justifica en que “quizás se deba a que no buscamos bien”.                                                                                                                                                                                                                                                                                    Palabras clave: Sócrates, amistad, amor, deseo.  Seguir leyendo: PDF


20.11.20

El universo geométrico en la Filosofía Griega. Fragmentos

Las matemáticas y la armonía en Pitágoras

Pitágoras. (sg. VI a.c.) 

Fragmento 277. (Kirk & Raven. Los filósofos presocráticos).

¿Qué es lo más hermoso? La Harmonía. ¿Qué es los más poderoso? El conocimiento. ¿Qué es lo mejor? La felicidad.  

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27.10.20

Felicidad y virtud

Leandro Sánchez Marín

La ética de Aristóteles esta centrada en la noción de virtud, que en griego se decía arete haciendo alusión a la excelencia. La felicidad, que traduce el término griego de eudemonia, es el resultado de la práctica continua de la virtud. En este fragmento se presenta la noción de virtud entendida como término medio

"Aristóteles consideraba que los hombres tienden por naturaleza a la consecución del bien supremo. A este bien supremo se la ha designado comúnmente con el nombre de eudemonia, palabra que se ha emparentado a felicidad. La doctrina aristotélica sobre la virtud tiene como centro de sus consideraciones este concepto, el cual está enmarcado en el vivir y el obrar bien. Aristóteles sugiere que actual y vivir bien no pueden ser ejercicios pasajeros, sino que debe ser revitalizados una y otra vez para poder ser considerados de acuerdo con la virtud, también plantea que existen disposiciones que podría bloquear estas capacidades humanas."      Seguir leyendo...


2.10.20

Síntesis del Eutifrón de Platón

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                          El Eutifrón trata de la piedad. El tema se relaciona con la acusación hecha a Sócrates por Meleto en la Apología. Ahora se trata de decir en qué consiste la piedad, de descubrir su esencia. En toda acción piadosa hay algo que en sí mismo tiene “un solo carácter” (Eut., 6 d), y debemos averiguar en qué consiste ese carácter, y luego servirnos de él “como medida” (ib.) para determinar cuando un acto es piadoso o no.                                                                                                 Palabras clave: Sócrates, piedad, dioses.    Seguir leyendoPDF

15.9.20

Síntesis del Laques de Platón

                                 
Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                           En el Laques se trata en principio el problema de la educación. En primer lugar, hay que preguntar en qué consiste la virtud, puesto que sin este saber no podríamos ser educadores. Para que sea más viable la indagación, sugiere Sócrates comenzar indagando por una de sus partes: el valor. Laques ensaya una definición según la cual el valor consiste en no huir y resistir al enemigo en la batalla. Según Sócrates tal respuesta no es completamente válida porque muchos que son valientes, por ejemplo, los escitas, combaten huyendo. Por otro lado, existen también otras clases de valentía, la de los marineros en el mar, la de los enfermos, la de los que enfrentan los placeres, las pasiones, los temores, etc., unas veces huyéndoles y otras, resistiéndoles...                                                                                                                                    Palabras clave: valor, saber, virtud.    Seguir leyendoPDF

6.8.20

Cómo construir un párrafo

Maria Teresa Serafini 
   El párrafo constituye un elemento central en la construcción de un texto puesto que este y de su relación con los demás párrafos depende la estructura, coherencia y cohesión del texto.  Un párrafo está constituido por una idea central alrededor de la cual se articulan las demás ideas. Así puede afirmarse que de alguna manera cada párrafo tiene "personalidad propia". Un párrafo escrito de manera correcta depende, en buena medida, de su estructura formal. 
    La psicolingüista María Teresa Serafini ha estudiado los diversos tipos de párrafos: de introducción, de desarrollo y de conclusión. En el presente texto muestra  en qué consiste cada uno, como se construye, los errores más frecuentes y propone ejercicios para su elaboración. 
    Para acceder al textoEl párrafo.
    

18.7.20

Síntesis del Cármides de Platón

                   

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                En el Cármides, como en otros diálogos socráticos, se intenta descubrir el sentido de una palabra. En este caso, se pregunta por la sensatez.  A lo largo del dialogo, Cármides, el interlocutor de Sócrates, propone varias definiciones de la sensatez. Ninguna resulta del todo satisfactoria. No puede decirse que la sensatez sea “algo así como la tranquilidad” ya que este término implica cierta lentitud, que resulta desventajosa a la hora de actuar, por ejemplo, en la gimnasia o en la educación. Tampoco tiene que ver con la timidez y el pudor porque la sensatez es excelente y buena, y el pudor puede ser bueno o malo. Resulta, entonces, una tercera definición: la sensatez consiste en “el ocuparse cada uno de lo suyo”. Ante la objeción de Sócrates de que eso supondría “desentenderse de los asuntos de los demás”, y por tanto, de la buena administración de la polis, interviene Critias haciendo la distinción entre “el ocuparse (praxis) con cosas buenas” y “la producción (poíesis) de obras”, siendo la sensatez una praxis...

Palabras clave: Sensatez, sôphrosynê, saber, Sócrates.  Seguir leyendo: PDF 


3.6.20

La cuestión socrática: ¿Qué sabemos realmente acerca del pensamiento de Sócrates?

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                          El pensamiento de Sócrates presenta, de entrada, una dificultad dado que el filósofo griego no escribió ninguna obra. Todo lo que sabemos de él nos ha llegado a través de otras fuentes, principalmente, de la obra de Platón, quien lo hizo protagonista de sus Diálogos. Otros autores como Jenofonte, Aristófanes y Aristóteles también dan cuenta de la figura y el pensamiento de Sócrates. Ahora bien, dada la influencia Sócrates en el pensamiento de su discípulo Platón, ¿cómo podríamos distinguir al Sócrates histórico del Sócrates platónico, el personaje creado por su discípulo para desarrollar sus propias ideas? Abordamos aquí tales cuestiones, en lo que se conoce como la “cuestión socrática”.

Palabras clave: Cuestión socrática, Sócrates histórico, Sócrates platónico. Para leer más: PDF 


7.5.20

La teoría moral del relativismo cultural

James Rachels, Ph.D.James Rachels
Aunque la teoría moral del relativismo cultural no es nueva, en un mundo globalizado y multicultural la misma se ha revitalizado. En líneas generales la cuestión puede plantearse de la siguiente manera: ¿es posible evaluar moralmente a una cultura en particular bajo los criterios morales de otra cultura? ¿Existen criterios morales universales y, por ende, válidos, para ser aplicados a cualquier cultura? ¿es imposible juzgar moralmente una práctica cultural por fuera de los parámetros morales de la misma cultura? Rachels examina de manera crítica estas y otras cuestiones del relativismo cultural así como los argumentos en que se sustentan.    Texto: El relativismo cultural

8.4.20

¿Para qué leemos los textos filosóficos?

Edgar Bravo M. 
En general, la lectura de textos filosóficos se puede considerar desde dos perspectivas, una dogmática y otra crítica. En el primer caso, en cuanto a los filósofos del pasado, abordamos la lectura de sus textos como quien visita las ideas que se refieren de manera exclusiva a otra época y que, por tanto, poco o nada tienen que ver con nosotros. Desde esta lectura nos acercamos a un texto filosófico de manera doctrinaria, pasiva, acrítica y sin muchas expectativas pues se trata de las ideas de una época lejana y extraña, incluso incomprensibles. Si mucho nos asomamos a un texto clásico como quien visita un museo por mera curiosidad. Esta actitud se corresponde con la típica lectura en la que privilegiamos la memoria más que la comprensión...

Palabras clave: lectura crítica, lectura filosófica.     Para leer más: PDF

24.3.20

Agustín Agualongo: el caudillo de San Juan de Pasto


Edgar Bravo M.

El texto recoge, por un lado, los principales acontecimientos de la vida del caudillo nariñense y las batallas militares en favor de la monarquía española en el proceso de independencia de Colombia, y, por otro, plantea algunas ideas en torno a la controversia formada alrededor de la posición asumida por el pueblo pastuso, liderado por Agualongo, en favor de los intereses del Rey, la Madre Patria y Dios.  

Texto: PDF.

Palabras clave: Agualongo, Independencia de Colombia, Navidad negra, vasallos.

13.2.20

Respuesta a la pregunta ¿Qué es la Ilustración?

Inmanuel Kant
En este texto de 1784, el filósofo alemán plantea el problema de la ilustración en tanto que ejercicio de la autonomía, es decir, como que cada sujeto adquiera la capacidad de “servirse de su propio entendimiento sin la dirección de otro”. Renunciar a dicha tarea “significa violar y pisotear los sagrados derechos de la humanidad”. Sin embargo, existen algunos obstáculos que retrasan o impiden el acceso a la Ilustración. Algunas residen en el propio sujeto, otras en intereses de terceras personas que se aprovechan de la comodidad de quienes optan permanecer menores de edad durante toda su vida. “¡Es tan cómodo ser menor de edad! A lo largo del texto, Kant examina estas cuestiones en distintos aspectos de la vida pública a partir de la distinción práctica entre el uso público de la razón y el uso privado de la razón. Al final del escrito, se hace la pregunta de si “¿vivimos ahora en una época ilustrada?” y examina las implicaciones que una respuesta debería considerar. Este texto es una defensa de la divisa de la modernidad: ¡sapere aude! (¡atrévete a pensar!).    Acceder al texto: PDF


24.1.20

Aproximaciones a la noción de Estética

Edgar Bravo.

En la primera parte de este texto se ofrecen algunas definiciones de estética: algunas del diccionario de la Diccionario de la Lengua Española de la RAE, y otras desde la filosofía, de la cual se dice la estética es una rama. En todos los casos, hay que tener en cuenta que ninguna definición agota la riqueza ni la complejidad de la estética; no hacen otra cosa que llamar la atención sobre algún aspecto del mismo. En la segunda parte se proponen dos actividades que permitan reflexionar sobre la propia experiencia estética a partir de las definiciones dadas...    Seguir leyendo.