12.2.13

Acerca de la incapacidad para comprender el sentido de la existencia humana

Blaise Pascal

Al ver la obcecación y la miseria del hombre, al contemplar al universo entero enmudecido y al hombre sin luz, abandonado a sí mismo, y como descarriado en este rincón del universo, sin saber quién le ha colocado en él, qué es lo que ha venido a hacer, lo que será de él cuando muera, incapaz de todo conocimiento, me espanto como un hombre a quien se hubiese transportado dormido a una isla desierta y espantosa, y se despertara sin conocer dónde está, y sin remedio de salir de allí. Y me admiro cómo no se cae en la desesperación un estado tan miserable. Veo junto a mí a otras personas de naturaleza semejante: les pregunto si están mejor informadas que yo, y me dicen que no: y para colmo, estos miserables descarriado, mirando en torno de sí, y viendo algunos objetos agradables, se han entregado y pegado a ellos. Por lo que a mí hace, no he podido apegarme a ellos, y considerando que, según todas las apariencias, hay algo distinto de lo que veo, he inquirido si este Dios no habrá dejado alguna señal de mí mismo. 

Pensamientos, X, 693.