La ciencia se ocupa de dar explicaciones sobre los hechos. Sin embargo, normalmente sobre un hecho se puede establecer diferentes explicaciones, más o menos correctas. Para que una explicación científica sea considerada como tal y preferible a otra, debe cumplir con unos criterios mínimos: debe ser relevante, verificable, compatible con otras hipótesis justificadas de manera suficiente, debe tener poder predictivo o explicativo, y cumplir con un criterio de simplicidad, entre más simple mejor. El texto presenta y analiza cada uno de estos criterios. Para acceder al texto: PDF.
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