Veamos un ejemplo de un dilema moral propuesto por Bernard Williams: “Un visitante extranjero en un pueblo de un país suramericano se enfrenta a la siguiente situación: en la plaza del pueblo, el jefe de los policías ha puesto a veinte indios contra la pared y le explica al visitante “que los indios son un grupo de habitantes elegidos al azar que, a consecuencia de unos recientes actos de protesta contra el gobierno, van a ser fusilados para recordar a otros posibles descontentos las ventajas de no protestar”. El policía le ofrece entonces al visitante el “privilegio” de matar a uno de los indios, en cuyo caso los demás quedarán libres. Si el visitante no acepta, entonces el policía matará a veinte”.
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