22.8.17

La infelicidad en la literatura

Augusto Monterroso

Como señala el escritor hondureño (1921-2003), la literatura parece estar más vinculada al dolor y a la infelicidad, pues pareciera que la felicidad termina siendo catalogada de superficial.

La literatura está más hecha de lo negativo y de lo adverso y, sobre todo, de lo triste. El bienestar, y específicamente la alegría, carecen de prestigio literario, como si el regocijo y los momentos de felicidad fueran espacios vacíos, vacíos y por lo tanto intransferibles, de los que el verso y la prosa serían malos portadores. Parecería que sólo los bobos están contentos y que hay que evitar a toda costa mostrarse tonto; el genio, en cambio, se presenta siempre como profundamente preocupado, cuando no sumido en el dolor y la incomprensión. Si declaro que me encuentro bien y feliz, a nadie le importa; aparte de que la declaración misma de felicidad tiene algo de insultante; debo decir que estoy mal, o triste, para que mi posible lector tenga a quien compadecer y se alegre y acaso hasta me perdone que sea yo el que escribe y él el que lee. Los románticos salvaron a Cervantes del olvido cuando descubrieron que su libro era un libro triste. "

Tríptico 

20.6.17

¿Existe una edad para filosofar?

Epicuro de Samos

Vivió en el siglo IV a.C. bajo el Imperio helenístico. Como muchos filósofos de la época tenía su propio centro de estudios, El Jardín,  a las afueras de Atenas. Admitía a personas de todas las clases sociales, incluso a mujeres, lo cual no era habitual. Epicuro propone una filosofía hedonista centrada, ante todo, en los placeres espirituales como la amistad y el cultivo de una vida frugal. El fragmento que aquí presentamos corresponden a la introducción de su texto más conocido: la Carta a Meneceo.

7.4.17

El papel de la razón en los asuntos humanos

Betrand Russell. 

¿Qué papel juega la razón en los asuntos humanos? ¿En qué consiste la razón? ¿Es preferible guiarse por las pasiones que por la razón? Estas y otras cuestiones relacionadas examina Russell en el siguiente fragmento de su obra El conocimiento humano. 


   Se me dice una y otra vez que sobrestimo el papel de la razón en los asuntos humanos. Esto puede significar que creo que la gente es o debería ser más racional de lo que mis críticos creen que es. Pero creo que hay un error previo por parte de mis críticos, y es que ellos, no yo, sobreestiman de forma irracional el papel que la razón es capaz de juzgar, y esto se produce, creo, por el hecho de que confunden totalmente lo que significa la palabra "razón". 


   “Razón” tiene un significado perfectamente claro y preciso. Significa la elección de los medios adecuados para lograr un fin que se desea alcanzar. No tiene nada que ver con la elección de los fines. Pero los enemigos de la razón no se dan cuenta de esto, y piensan que los defensores de la racionalidad quieren que la razón dicte los fines al igual que los medios. En los escritos de los racionalistas no hay nada que justifique esta postura. Hay una frase famosa: “La razón es, y sólo debería ser, esclava de las pasiones.” Esta frase no procede de las obras de Rousseau, Dostoievsky o Sartre, sino de la de David Hume. Expresa una opinión que yo, como todo hombre que intenta ser racional, apruebo por completo.  


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19.1.17

Experiencia estética y experiencia científica

Nelson Goodman 

Nominalista contemporáneo, en el texto De la muerte y otras materias sostiene que el mundo es una construcción simbólica de la cual existen diversas versiones correctas: “el mundo se disuelve en las versiones y las versiones hacen mundos, proporciona una ontología evanescente y se ocupa de investigar aquello que convierte en correcta a una versión y hace que un mundo esté bien construido”. En la primera parte de este texto se presenta un fragmento de su obra Los lenguajes del arte, (1976) en el que analiza las relaciones entre la experiencia estética y la experiencia científica, ¿qué tan cercana está la una de la otra? En la segunda parte del texto se proponen algunas preguntas para orientar el análisis del texto.   Seguir leyendo.


9.12.16

¿Cuál es el valor de la filosofía?

Séneca

Alguien podrá decir: ¿De qué me sirve la filosofía, si existe algo como el destino? ¿Para qué,  si es un dios el que gobierna, si todo está sometido al azar? Pues no podemos modificar lo que ya está fijado de antemano, ni hacer nada contra lo imprevisible; porque, o el dios se anticipó a mi decisión y determinó lo que habría que hacer, o la suerte cierra toda posibilidad de juego a mi libre decisión. En cualquiera de estos casos, o aunque esas hipótesis fueran ciertas, debemos acudir a la filosofía: sea que el destino nos tenga cogidos en una red de la que no podamos escapar, o que un dios, árbitro del Universo, lo haya decidido todo, o que el azar empuje y agite sin orden los asuntos humanos, la filosofía está para protegernos. Nos dirá que obedezcamos al dios de buen grado, que resistamos duramente a la fortuna. Te enseñará como seguir al dios, como sobrellevar el destino. 

Carta XVI a Lucilo

12.9.16

El papel esclarecedor de la Filosofía

Ludwig Wittgenstein

El filósofo austriaco (1889-1951) presenta en su obra el Tratactus Logico-Philosophicus cuál debe ser la función de la filosofía. Presentamos aquí algunos apartes.

4.112. El objeto de la filosofía es la aclaración lógica de los pensamientos. La filosofía no es una teoría sino una actividad. Una obra filosófica consiste esencialmente en elucidaciones. El resultado de la filosofía no son proposiciones filosóficas sino el hacer claras las proposiciones. La filosofía debe esclarecer y delimitar con precisión los pensamientos que de otro modo sería, por así decirlo, opacos y confusos. 

4.1121. La teoría del conocimiento es la psicología de la filosofía. 

14.6.16

Las preguntas esenciales de la filosofía

Immanuel Kant

El campo de la filosofía puede reducirse a las siguientes preguntas: ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me está permitido esperar? y ¿Qué es el hombre? A la primera pregunta responde la Metafísica, a la segunda, la Moral; a la tercera, la Religión, y a la cuarta, la Antropología. Pero, en el fondo, se podría considerar todo ello como perteneciente a la Antropología, pues las tres primeras preguntas se refieren a la última.

Crítica de la razón pura, 1787

26.3.16

Una caña pensante

Blaise Pascal

El hombre no es más que una caña, la más débil de la naturaleza; pero es una caña pensante. No es necesario que todo el universo se arme para destrozarlo: un vapor, una gota de agua es suficiente para matarlo. Pero aunque el universo lo destrozase, el hombre sería aún más noble que el que lo mata, porque sabe que muere y sabe la superioridad del universo sobre él; en cambio, el universo no sabe nada de ello. Toda nuestra dignidad consiste, pues, en el pensamiento. Es con éste como debemos ennoblecernos, y no con el espacio y el tiempo que podamos ocupar.

Pensamientos

8.12.15

Utilidad de la lógica

Lewis Carroll

Domine usted la maquinaria de la lógica simbólica y tendrá siempre a mano una ocupación intelectual que absorberá su interés y que será de una efectiva utilidad en cualquier tema del que pueda ocuparse. Ello le proporcionará la claridad de pensamiento y la habilidad para encontrar a mano en medio de la confusión, el hábito de disponer sus ideas de una forma metódica y ordenada y -lo cual vale más que todo eso- el poder de detectar falacias y despedazar los argumentos insustancialmente ilógicos que encontrará de continuo en los libros, en los periódicos, en los discursos e incluso en los sermones, y que con tanta facilidad engañan a los que nunca se han tomado la molestia de aprender de este arte fascinante.

El juego de la lógica, 1896