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11.5.22

El horizonte político en Sócrates y Platón

Edgar Bravo M.

   A pesar de haber compartido en buena parte la misma época, de que compartían las mismas ideas respecto a la posibilidad del conocimiento o respecto a la justica, encontramos también diferencias entre Sócrates y Platón. Aquí nos interesa resaltar una  de ellas que nos parece esencial. Mientras Sócrates tenía puesto su horizonte político en la Atenas que vivió, para su discípulo, como evidencia la República, el horizonte político estaba puesto en el futuro. Este ensayo precisa esa diferencia.

    Sócrates no escribió nada. Lo que sabemos de él lo conocemos, principalmente, a través de la obra de Platón, su discípulo. Sin embargo, Platón hizo también de Sócrates el protagonista de los Diálogos en los que expone sus propias ideas. Resulta pues necesario distinguir entre el Sócrates histórico y el Sócrates platónico, es decir, Platón propiamente.

 Como ya lo dijimos, en ambos casos, quien escribe es Platón.[1] Sin entrar en muchos detalles, hay cierto acuerdo entre los especialistas en clasificar la obra de Platón en 4 periodos, cada una reflejada en un grupo de diálogos: los diálogos de juventud, que serían los que corresponden al Sócrates histórico. Luego, están los llamados diálogos de transición, cuando Platón comienza a construir su propia teoría a partir de un desarrollo de las ideas socráticas. Luego vienen los del periodo de madurez y finalmente los de su época de la vejez.[2] Platón fue un escritor prolífico. Sabemos de más de 30 diálogos que se han conservado. Nunca dejó de trabajar sobre sus propias ideas: en tal diálogo profundiza sobre un problema específico, en tal otro plantea una teoría que, a la vez, es reformulada en diálogos posteriores. Todos ellos comparten al menos tres características: la primera, que el protagonista infaltable es Sócrates;[3] la segunda, que de una u otra manera, sus obras dejan entrever, sino de manera explícita, una preocupación por la política, y la tercera, que son una fuente permanente de problemas, de preguntas abiertas. De esta última característica, viene la afirmación de Withehead” (1956, 67), quizás un poco exagerada, según la cual la tradición de la filosofía occidental no es más que “una serie de notas marginales a Platón”; sin duda, se refiere a la riqueza de ideas y problemas de la obra del filósofo griego.

 Conviene la clasificación anterior para los efectos de este ensayo. Como el título lo indica, se trata de mostrar el horizonte hacia donde mira cada uno, Sócrates y Platón, cuando discuten y desarrollan sus ideas. Se trata de evidenciar el horizonte político y de paso, el horizonte formativo, que aquel implica como propuesta. El objetivo es mostrar cómo, a pesar de la cercanía entre Sócrates y Platón, el horizonte político de cada uno es diferente. Esperamos que tales distinciones contribuyan a aclarar las diferencias entre Sócrates y Platón.

 Para acceder al texto completo versión PDF.

12.3.22

La ética de Sócrates

Edgar Bravo M. 
El texto presenta algunos aspectos de la ética de Sócrates: no cometer jamás injusticia, el conocimiento de sí mismo como requisito para la acción moral; su intelectualismo ético, que identifica la virtud con el conocimiento y el mal, con la ignorancia. Todo lo anterior desde el contexto político y social en que vivió y, desde su compleja y extraña personalidad.


La virtud-ciencia socrática no se debe concebir
como intelectualista, sino como práctica.
Roth Acker

 

La adecuación de las propias acciones a las ideas que se tiene acerca de la vida, del modo de conducirse en ella y de la postura ante la muerte, constituye en Sócrates un rasgo predominante en su personalidad. Sin embargo, estamos lejos de comprender su extraña personalidad a través de su pensamiento, o de lo que conocemos de él, puesto que esa misma personalidad  está hecha de contrastes: “bufón y serio, dueño de sí y demoniaco, dulce y violento, religioso y librepensador, asceta y amigo de banquete, aristócrata y demócrata, sofista y antisofista, terrenal e idealista”[1].

 

De otra parte, para comprender algunos hechos de su vida, entre ellos los de su propia muerte, es preciso no desconocer el contexto social, político y cultural en que vivió. En primer lugar, no es posible pensar a Sócrates por fuera de la polis. En su vida se ausentó de Atenas, su ciudad de origen, solo en dos ocasiones, y ambas en cumplimiento de sus deberes militares. Por lo demás, guardó siempre fiel obediencia a las leyes de la Ciudad-Estado, aunque no así a los gobiernos cuando estos incumplían las leyes y le obligaban a cometer injusticias. No hay que olvidar tampoco que Sócrates creció y vivió la primera mitad de su vida en el pleno esplendor de la democracia, la época más brillante de Atenas, en el siglo de Pericles. De ahí sus firmes convicciones políticas y su respeto por los valores en los que se sustenta la polis.

Para acceder al texto completo: aquí.

[1] Belaval, Yvon. (1984). Sócrates, en Parain, Brice (director). Historia de la Filosofía. v. 2 México: FCE, p. 41.

21.9.21

Guía de lectura de la 'Apología de Sócrates', de Platón

Edgar Bravo M

La Apología de Sócrates, escrita Platón narra el juicio y la condena de su maestro. La obra es un monólogo puesto en boca de Sócrates, en el que narra, en primera persona, cómo fue el juicio y su defensa en el mismo. Las preguntas propuestas orientan la lectura en aras de una mejor comprensión. Se han agrupado apuntando a distintos aspectos y niveles de comprensión.

Preguntas de comprensión general:

     1.    Investigue cómo funcionan los juicios en la Atenas en la época clásica. Esto le ayudará a entender la dinámica del juicio.

      2.      ¿En qué partes se estructura la Apología y cuál es el hilo conductor?

 


Preguntas para la comprensión de aspectos puntuales:

1.        ¿Quiénes acusan a Sócrates? ¿En qué consisten las acusaciones y cuáles son los argumentos?

2.      ¿Cómo se defiende Sócrates de las acusaciones? ¿Cuáles son sus argumentos?

3.      ¿A qué se refiere Sócrates al afirmar: ‘Solo sé que nada sé’? ¿Cómo podría aplicarse esa afirmación en un contexto educativo?

4.      ¿Qué plantea Sócrates con la sentencia délfica ‘Conócete a ti mismo’? ¿Cómo es posible y con qué fin habría que ‘conocerse a sí mismo?

 

Para acceder a la guía completa: aquí.


Temas relacionados:

Síntesis de la Apología de Sócrates de Platón

La cuestión socrática: ¿Qué sabemos realmente acerca del pensamiento de Sócrates?

22.7.21

Lectura introductoria al Protágoras de Platón a partir del problema de la virtud (aréte)

Edgar Bravo M. 

Entre los diálogos de Platón, sobre todo los llamados diálogos socráticos, el Protágoras ocupa un lugar privilegiado. Aquí Platón expone, de manera amplia, diversas concepciones de Sócrates acerca de la educación, la cultura y la ética. Junto con la Apología y el Critón, el Protágoras nos da una visión de conjunto del pensamiento socrático.

 

Pero el mérito del Protágoras es más amplio. En cuanto a su estilo, goza de una perfección difícilmente igualada por ningún otro diálogo. La vivacidad de los personajes y la fluidez con que se desarrolla el diálogo mantienen, a lo largo del mismo la vitalidad, la elegancia y la claridad. En su extensión, también sobrepasa y con mucho, los demás diálogos socráticos. En cuanto a su contenido, Platón desarrolla temas muy socráticos, dejando de lado cualquier alusión a la Teoría de las Ideas. Por todo lo anterior, no resulta aventurado pensar que este diálogo fuera escrito en una época posterior a los primeros diálogos, no muy posterior quizá, y que tenía como fin aclarar y conservar las enseñanzas de su maestro.

 

En el Protágoras se encuentra una variada reflexión sobre la virtud; parte de esta reflexión se inicia ya en diálogos anteriores. Pero a diferencias de esos diálogos, en el Portágoras el análisis no se centra en una virtud particular, sino en todas las virtudes particulares en general, en sus relaciones entre sí y sus relaciones con la virtud toda. Además de estos temas, otros que estructuran el diálogo se refieren al debate, entre Sócrátes y Protágoras, sobre la posibilidad de enseñar la virtud, sobre la concepción de la virtud como saber y sobre la relación entre placer y saber.

 

El diálogo se abre precisamente examinando Sócrates las pretensiones de los sofistas de erigirse en maestros de la virtud política. El escenario es la casa de Calias, adonde asisten las personalidades intelectuales de la época: Pródico, Hipias, el joven Alcibíades, Protágoras, entre otros. Podemos imaginarnos el diálogo completo como un ejemplo típico de la polémica suscitada por los sofistas en la segunda mitad del siglo V a.C. en Grecia, en torno al problema de la educación, sobre todo enfocado a la vida política. En el diálogo, Platón contrapone la concepción ética de Sócrates con la paideia de los sofistas. El problema formulado es el siguiente: ¿puede la sabiduría del sofista engendrar en otros hombres la virtud para hacerlos buenos ciudadanos?, en otras palabras, ¿es la virtud enseñable?

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26.5.21

Ulises y el canto de las sirenas

Homero

John William Waterhouse, Ulises y las sirenas, 1891

El relato que aparece en la Odisea de Homero sobre el encuentro de Ulises con las Sirenas y la manera cómo este enfrentó el seductor canto de aquellas es una metáfora de la condición humana. El canto de las sirenas es un reflejo de nuestras apetencias, de las cuales no siempre sabemos o no queremos saber. Este fragmento es una sabia reflexión sobre el conocimiento de sí mismo, y sobre la incidencia que el placer y la templanza tienen en la vida humana.  

"Pero á mí, Circe me tomó por la mano, me hizo sentar separadamente de los compañeros y, acomodándose á mi vera, me preguntó cuanto me había ocurrido; y yo se lo conté por su orden. Entonces me dijo estas palabras la veneranda Circe: 

5.3.21

Síntesis de la Apología de Sócrates, de Platón

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                            En la Apología se presenta la defensa de Sócrates en su propio juicio. A diferencia de otros diálogos platónicos, el contenido no gira en torno a la definición de ninguna palabra. Se trata de dar un testimonio de su vida como prueba de sus convicciones morales para desmentir a quienes lo acusan de ser impío, sofista y corruptor de los jóvenes. El compromiso cívico y militar con la ciudad y los valores democráticos como la justicia y la obediencia a las leyes que ella detenta está, para Sócrates, por encima de cualquier otra consideración política, social o personal.


De otra parte, su compromiso adquirido en el templo del Oráculo de Delfos reafirma su vocación ciudadana y lo lleva a “vivir filosofando, examinándome a mí mismo y a los demás” (Ap., 28 e).

    

Es precisamente esta misión, la de buscar siempre la sabiduría y la certeza de que nunca se debe cometer una injusticia, la que lleva a Sócrates durante el juicio a no tratar de evitar la pena de muerte: “Si sé que es malo y vergonzoso cometer injusticia y desobedecer al que es mejor, sea dios u hombre. En comparación con los males que sé que son males [cometer injusticia y desobedecer] jamás temeré ni evitaré lo que no sé si incluso es un bien [=la muerte]” (Ap. 29 b).

     

Así la defensa de Sócrates en la Apología resulta ser, por un lado, una reflexión sobre la vida y la muerte, y por otro lado, la postulación de un principio según el cual es preferible sufrir la muerte o cualquier injusticia antes que traicionar lo que resulta más valioso, la filosofía, la verdad y la justicia. 


Palabras clave: Juicio de Sócrates, Oráculo de Delfos, Justicia.      
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3.2.21

Síntesis del Hipias Mayor de Platón

Edgar Bravo M

En este diálogo se indaga por la belleza. Es decir, “por aquello que, bello en sí mismo, añadido a cualquier otra cosa – piedra, madera, hombre, dios, una acción o un conocimiento cualquiera – hace que esta sea bella (292 c-d). Las definiciones propuestas por Hipias resultan inválidas frente a los argumentos de Sócrates. Es así, por lo que no se puede afirmar, al menos en este diálogo, que la belleza se defina cono lo que es adecuado a cada cosa, o como lo que está en las cosas en razón de su utilidad. Tampoco podemos aceptar su identificación con el bien, ni con lo agradable. Así, entonces, lo único que resulta cierto en este diálogo es el proverbio que dice que “lo bello es difícil” (304 e).                           Seguir leyendo: PDF   Palabras clave: belleza, sofistas.

 

19.1.21

Síntesis del Hipias Menor de Platón

Edgar Bravo 

Cómo en otros diálogos del período de juventud de Platón, el Hipias Menor gira también en torno a una cuestión de carácter moral. ¿Quién es mejor, el hombre que sabiendo obrar bien obra mal voluntariamente o aquel, que siendo ignorante, a causa de ello, obra mal involuntariamente? La pregunta surge después de haber aceptado, a través de varios razonamientos, que el hombre experto en hacer bien una cosa, es también experto, si se lo propone, en hacerlo mal; en tanto que el hombre inexperto podría, por causalidad, sin proponérselo, hacerla bien.      Seguir leyendo: PDF


7.1.21

Síntesis del Ion de Platón

 Edgar Bravo M.                                                                                                                                             El tema que domina el Ion es la inspiración poética. Sin embargo, aparece también, y como oposición al anterior, el tema del conocimiento a través de la ciencia y las técnicas. Se trata de mostrar en este diálogo que el poeta debe su arte no a una técnica, sino a una especie de predisposición o don divino.                                                                                                                                                                                                                                                                                   Este don divino actúa como una fuerza en los poetas, los encanta y los llena de entusiasmo, haciendo que ellos a su vez, con sus palabras trasmitan ese entusiasmo a los espectadores. “De ahí, -dice Sócrates-, que todos los poetas épicos, los buenos, no es en virtud de una técnica por lo que dicen todos esos bellos poemas, sino porque están endiosados y posesos” (Ion, 533 e)...      Seguir leyendo.           Palabras clave: inspiración poética, poeta, ciencia.

10.12.20

Síntesis del Lisis de Platón

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                   El Lisis pregunta por el significado de la amistad. Como en todos los diálogos escritos por Platón en su primera época, al final del diálogo no se llega a ningún resultado preciso.

El Lisis nos va a mostrar, a través de un ejercicio dialéctico, la variedad de aspectos que en torno al tema de la amistad suscita la discusión de Sócrates con los jóvenes atenienses. En primer lugar, hay que determinar quién es amigo de quién. En el caso de los amantes, después de examinar la cuestión, la reciprocidad no parece posible. Sócrates se justifica en que “quizás se deba a que no buscamos bien”.                                                                                                                                                                                                                                                                                    Palabras clave: Sócrates, amistad, amor, deseo.  Seguir leyendo: PDF


20.11.20

El universo geométrico en la Filosofía Griega. Fragmentos

Las matemáticas y la armonía en Pitágoras

Pitágoras. (sg. VI a.c.) 

Fragmento 277. (Kirk & Raven. Los filósofos presocráticos).

¿Qué es lo más hermoso? La Harmonía. ¿Qué es los más poderoso? El conocimiento. ¿Qué es lo mejor? La felicidad.  

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27.10.20

Felicidad y virtud

Leandro Sánchez Marín

La ética de Aristóteles esta centrada en la noción de virtud, que en griego se decía arete haciendo alusión a la excelencia. La felicidad, que traduce el término griego de eudemonia, es el resultado de la práctica continua de la virtud. En este fragmento se presenta la noción de virtud entendida como término medio

"Aristóteles consideraba que los hombres tienden por naturaleza a la consecución del bien supremo. A este bien supremo se la ha designado comúnmente con el nombre de eudemonia, palabra que se ha emparentado a felicidad. La doctrina aristotélica sobre la virtud tiene como centro de sus consideraciones este concepto, el cual está enmarcado en el vivir y el obrar bien. Aristóteles sugiere que actual y vivir bien no pueden ser ejercicios pasajeros, sino que debe ser revitalizados una y otra vez para poder ser considerados de acuerdo con la virtud, también plantea que existen disposiciones que podría bloquear estas capacidades humanas."      Seguir leyendo...


15.9.20

Síntesis del Laques de Platón

                                 
Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                           En el Laques se trata en principio el problema de la educación. En primer lugar, hay que preguntar en qué consiste la virtud, puesto que sin este saber no podríamos ser educadores. Para que sea más viable la indagación, sugiere Sócrates comenzar indagando por una de sus partes: el valor. Laques ensaya una definición según la cual el valor consiste en no huir y resistir al enemigo en la batalla. Según Sócrates tal respuesta no es completamente válida porque muchos que son valientes, por ejemplo, los escitas, combaten huyendo. Por otro lado, existen también otras clases de valentía, la de los marineros en el mar, la de los enfermos, la de los que enfrentan los placeres, las pasiones, los temores, etc., unas veces huyéndoles y otras, resistiéndoles...                                                                                                                                    Palabras clave: valor, saber, virtud.    Seguir leyendoPDF

18.7.20

Síntesis del Cármides de Platón

                   

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                En el Cármides, como en otros diálogos socráticos, se intenta descubrir el sentido de una palabra. En este caso, se pregunta por la sensatez.  A lo largo del dialogo, Cármides, el interlocutor de Sócrates, propone varias definiciones de la sensatez. Ninguna resulta del todo satisfactoria. No puede decirse que la sensatez sea “algo así como la tranquilidad” ya que este término implica cierta lentitud, que resulta desventajosa a la hora de actuar, por ejemplo, en la gimnasia o en la educación. Tampoco tiene que ver con la timidez y el pudor porque la sensatez es excelente y buena, y el pudor puede ser bueno o malo. Resulta, entonces, una tercera definición: la sensatez consiste en “el ocuparse cada uno de lo suyo”. Ante la objeción de Sócrates de que eso supondría “desentenderse de los asuntos de los demás”, y por tanto, de la buena administración de la polis, interviene Critias haciendo la distinción entre “el ocuparse (praxis) con cosas buenas” y “la producción (poíesis) de obras”, siendo la sensatez una praxis...

Palabras clave: Sensatez, sôphrosynê, saber, Sócrates.  Seguir leyendo: PDF 


3.6.20

La cuestión socrática: ¿Qué sabemos realmente acerca del pensamiento de Sócrates?

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                                          El pensamiento de Sócrates presenta, de entrada, una dificultad dado que el filósofo griego no escribió ninguna obra. Todo lo que sabemos de él nos ha llegado a través de otras fuentes, principalmente, de la obra de Platón, quien lo hizo protagonista de sus Diálogos. Otros autores como Jenofonte, Aristófanes y Aristóteles también dan cuenta de la figura y el pensamiento de Sócrates. Ahora bien, dada la influencia Sócrates en el pensamiento de su discípulo Platón, ¿cómo podríamos distinguir al Sócrates histórico del Sócrates platónico, el personaje creado por su discípulo para desarrollar sus propias ideas? Abordamos aquí tales cuestiones, en lo que se conoce como la “cuestión socrática”.

Palabras clave: Cuestión socrática, Sócrates histórico, Sócrates platónico. Para leer más: PDF 


18.10.19

La orientación geométrica del universo griego y su expresión en la organización espacial y política de la Polis

Jean-Pierre Vernant

El historiador y filósofo Jean-Pierre Vernant (1914-2007) muestra de qué manera la cosmovisión del universo y del mundo político griego se relacionan a partir de una orientación estética común basada en el ágora como espacio de deliberación y en la noción de isonomía entendida como igualdad ante la ley.

 

 “Esta geometrización del universo físico implica un cambio total en las perspectivas cosmológicas; consagra el advenimiento de una forma de pensamiento y de un sistema de explicación que no tiene análogos en el mito. Para poner un ejemplo, Anaximandro localiza la tierra, inmóvil, en el centro del universo. Agrega que si ella está en reposo en ese lugar, sin necesidad de soporte alguno, es porque está a igual distancia de todos los puntos de las circunferencia celeste y no tiene razón para ir hacia arriba más bien que hacia abajo, ni a un lado más que a otro. Anaximandro sitúa, pues, el cosmos en un espacio matematizado constituido por relaciones puramente geométricas...                     Seguir leyendo

23.3.19

Proporción y simetría en el cuerpo humano. Filosofía Antigua

Simetría. Vitrubio (siglo I a.c). De architectura, III, 1
La simetría es la armonía apropiada que surge de los miembros de la obra misma y la correspondencia métrica que resulta de las partes separadas en relación con el aspecto de la figura entera. La simetría nace de la proporción que los griegos llaman analogía; ningún edificio puede ser ordenado de forma adecuada sin analogía con la justa proporción del cuerpo humano. 

Proporción entre las partes. Claudio Galeno (siglo III). Placita Hippocratis et Platonis, v. 3.
Crisipo afirma que la belleza no reside en cada uno de los elementos, sino en la armoniosa proporción de las partes, en la proporción de un dedo respecto al otro, de todos los dedos respecto al resto de la mano, del resto de la mano respecto a la muñeca, de esta respecto al antebrazo, del antebrazo respecto a todo el brazo, es decir, de todas las partes respecto a todas las otras, como está escrito en el canon de Policleto.     PDF