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Blog dedicado a la divulgación del Pensamiento crítico, Educación, Filosofía, Material pedagógico, Guías de lectura y escritura
20.1.22
Descartes, la travesía de un viajero
4.12.21
Aceptar
Después de 350 años de existencia, Marguerite Yourcenar, fue la primera mujer en entrar a la Academia Francesa de las Letras, (1980). Escritora, poeta, dramaturga y traductora. Entre sus obras sobresalen Alexis o el tratado del inútil combate, Cuentos orientales, Memorias de Adriano, Las caridades de Alcipo, Opus Nigrum.
El siguiente fragmento hace parte del libro Peregrina y extranjera (1989) que es una recopilación póstuma de ensayos publicada dos años después
de su muerte. Presentamos aquí una bella y profunda reflexión sobre la muerte y
el duelo. Yourcenar decía que “hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar
al corazón”. He aquí una muestra de tal afirmación.
Aceptar
Aceptar que tal o cual ser, a quien amábamos, haya muerto.
Aceptar que este
o aquel ser no sea más que un muerto entre millones de muertos.
Aceptar que éste
o aquel, vivos, hayan tenido sus debilidades, sus bajezas,
sus errores, que nosotros tratamos en vano de encubrir con piadosas mentiras,
un poco por respeto y por compasión con ellos,
mucho por
compasión de nosotros mismos,
y por la vaga
vana gloria de haber amado solamente
la perfección,
la inteligencia o la belleza.
Aceptar su
independencia de muertos,
no encadenarlos,
pobres sombras, a nuestro carro de vivos.
Aceptar que
hayan muerto antes de tiempo
porque no existe
el tiempo.
Aceptar nuestro
olvido, puesto que el olvido
forma parte del
orden de las cosas.
Aceptar nuestro
recuerdo, puesto que, en secreto,
la memoria se
esconde en el fondo del olvido.
Aceptar incluso
–aunque prometiéndonos
que lo haremos
mejor la próxima vez y en el próximo encuentro-
23.11.21
Pautas metodológicas para la elaboración de un comentario de texto
Edgar Bravo M.
El comentario es un ejercicio de análisis
textual a través del cual se muestra el sentido de un texto. No se trata de
hacer una paráfrasis del texto, de repetir simplemente en otras palabras lo que
dice el autor. En el comentario se trata de penetrar el sentido profundo del
texto mostrando la articulación del mismo alrededor de una idea central. Para
ello es necesario tener claro el tema de que trata, los cuestionamientos que
suscita, el problema al que trata de responder, así como los conceptos y las
ideas centrales alrededor de las cuales se articula.
El desarrollo del comentario de texto se realiza a través de una estrategia que implica tres momentos: la lectura previa, la elaboración de la estructura del comentario y la escritura del comentario. Antes de describir cada uno de estos pasos, conviene tener muy presentes los siguientes principios metodológicos.
Principios metodológicos
Leer bien y mucho. Leer supone profundizar en el texto para encontrar su sentido. De ahí que tanto la lectura como la elaboración del comentario no son frutos de la improvisación. En realidad, solo comenzamos a comprender un texto cuando hacemos una relectura del mismo. Para adquirir buenos hábitos de lectura hay que leer mucho y de manera comprensiva.
Enfocar la atención en el texto. Sin una atención, disposición abierta hacia el texto, solo captamos información fragmentaria y descontextualizada. Para captar lo esencial del texto es necesario enfocarse en todos los planteamientos del texto. Leer de manera comprensiva es una actividad del espíritu que requiere concentración sobre cada una de las partes de texto; solo así el texto nos revela su sentido unitario.
Confiar en el texto. Captar el verdadero sentido del texto implica esclarecer su organización conceptual, lo cual requiere tiempo y esfuerzo. Confiar en el texto implica no ceder ante la dificultad, ni optar por la superficialidad; sino, por el contrario, perseverar en el esfuerzo para superar las posibles dificultades hasta llegar a su comprensión.
Establecer una estrategia de trabajo. El comentario exige un modo de proceder ordenado que permita esclarecer las ideas principales, los núcleos semánticos y la organización conceptual, que articulan el texto. Por lo tanto, de una estrategia o modo de proceder organizado.
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3.11.21
FODA: Una Metodología Ágil para diagnosticar proyectos
Edgar Bravo M.
Las metodologías ágiles surgen en la última década
del siglo pasado, como respuesta de adaptación a los entornos cambiantes a los
que se enfrenta la ingeniería del software. Su versatilidad y flexibilidad, ha
hecho que tales metodologías puedan aplicarse a otros campos, tales como los
profesionales, laborales, educativos y personales. Pese a su funcionalidad, no
son muy conocidas en los entornos educativos y académicos. Su principal ventaja
reside en su capacidad de adaptación a las circunstancias específicas y cambiantes
de los proyectos.
La metodología ágil FODA o DOFA (según sus iniciales) sirve para analizar
e identificar la situación de una organización, proyecto o plan de acción, determinando
sus fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas. Mientras las fortalezas
y debilidades se refieren a los aspectos
internos del proyecto, las oportunidades y amenazas, a los aspectos externos. Dada su flexibilidad
e inmediatez, se puede aplicar al inicio, durante o el final del proyecto. Así
mismo, es fácil de revisar y actualizar según las circunstancias cambiantes del
entorno. Aparte de darnos una radiografía del estado del proyecto, la herramienta
FODA permite hacer los ajustes en cualquier momento, así como proyectar
la situación futura y establecer planes de acción.
Se puede trabajar de manera individual o grupal.
En caso de trabajar con grupos grandes conviene organizar a su vez subgrupos
(hasta de 5 o 6 miembros) y entregar a cada grupo tarjetas para ir anotando en ellas
los aspectos. En cada tarjeta se escribe un solo aspecto; luego, cada tarjeta se
va a ir pegando en la categoría correspondiente, (fortaleza, oportunidad, debilidad
o amenaza) de la matriz DOFA. La misma puede dibujarse en un tablero o pared a
la vista de todos. Una vez realizada esta tarea, se procede a unificar los aspectos
que coincidan. En caso de que la lista de aspectos sea muy amplia, resulta productivo
restringirla los que generen mayor impacto para el proyecto, por ejemplo, entre
3 y 5 aspectos máximo, por cada una de las cuatro categorías para enfocarse en ellos.
j
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19.10.21
Análisis filosófico de un concepto
Luis Villoro
El filósofo Luis Villoro ofrece en el texto Creer, saber, conocer, (1982) un análisis sistemático de los conceptos epistémicos fundamentales como creencia, certeza, saber y conocimiento. En el siguiente fragmento de dicha obra, el autor examina papel de la filosofía en el análisis de los conceptos.
La filosofía ha consistido siempre en un examen de los conceptos a partir de sus múltiples usos en el lenguaje ordinario. Desde Sócrates hasta Wittgenstein el material de la reflexión filosófica, donde puede iniciar su búsqueda incesante de claridad y distinción, es el riquísimo mundo del pensamiento humano ordinario, tal como se expresa en el lenguaje común. Muchos términos son usados sin precisión, sus fronteras de aplicación son vagas, a menudo una misma palabra puede tener varios significados y expresar conceptos epistémicos diferentes; sobre todo, en el lenguaje común no están sistematizados los conceptos, de modo no se expresan sus relaciones lógicas. Al análisis filosófico le corresponde la clarificación, distinción y sistematización de esos términos, hasta llegar a un sistema ordenado de conceptos definidos con cierta precisión. Aunque parte de los usos comunes del lenguaje, el análisis conceptual conduce así a una reforma del lenguaje.
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5.10.21
Guía para el análisis de dilemas morales. Un caso práctico
Veamos un ejemplo de un dilema moral propuesto por Bernard Williams: “Un visitante extranjero en un pueblo de un país suramericano se enfrenta a la siguiente situación: en la plaza del pueblo, el jefe de los policías ha puesto a veinte indios contra la pared y le explica al visitante “que los indios son un grupo de habitantes elegidos al azar que, a consecuencia de unos recientes actos de protesta contra el gobierno, van a ser fusilados para recordar a otros posibles descontentos las ventajas de no protestar”. El policía le ofrece entonces al visitante el “privilegio” de matar a uno de los indios, en cuyo caso los demás quedarán libres. Si el visitante no acepta, entonces el policía matará a veinte”.
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21.9.21
Guía de lectura de la 'Apología de Sócrates', de Platón
Edgar Bravo M.
La Apología de Sócrates, escrita Platón narra el juicio y la condena de su maestro. La obra es un monólogo puesto en boca de Sócrates, en el que narra, en primera persona, cómo fue el juicio y su defensa en el mismo. Las preguntas propuestas orientan la lectura en aras de una mejor comprensión. Se han agrupado apuntando a distintos aspectos y niveles de comprensión.
Preguntas de comprensión general:
1. Investigue
cómo funcionan los juicios en la Atenas en la época clásica. Esto le ayudará a
entender la dinámica del juicio.
2. ¿En qué partes se estructura la Apología y cuál es el hilo conductor?
Preguntas para la comprensión de aspectos puntuales:
1.
¿Quiénes
acusan a Sócrates? ¿En qué consisten las acusaciones y cuáles son los
argumentos?
2. ¿Cómo se defiende Sócrates de las
acusaciones? ¿Cuáles son sus argumentos?
3. ¿A qué se refiere Sócrates al afirmar:
‘Solo sé que nada sé’? ¿Cómo podría aplicarse esa afirmación en un contexto
educativo?
4. ¿Qué plantea Sócrates con la sentencia
délfica ‘Conócete a ti mismo’? ¿Cómo es posible y con qué fin habría que
‘conocerse a sí mismo?
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Temas relacionados:
Síntesis de la Apología de Sócrates de Platón
La cuestión socrática: ¿Qué sabemos realmente acerca del pensamiento de Sócrates?
7.9.21
Las cuestiones fundamentales de la libertad
Erich Fromm
El psicoanalista alemán plantea las cuestiones que resultan fundamentales al momento de tratar de entender la dimensión y complejidad que entraña la pregunta por la libertad para el sujeto moderno en tanto que problema filosófico, psicológico, sociológico y antropológico. Este texto corresponde a un aparte de su célebre libro El miedo a la libertad. De otra parte, este texto nos da una buena idea de lo que implica formularse un problema a través de preguntas filosóficas.
Las cuestiones fundamentales que surgen cuando se considera el aspecto humano de la libertad, el ansia de sumisión y el apetito de poder, son estas: ¿Qué es la libertad cómo experiencia humana? ¿es el deseo de libertad algo inherente a la naturaleza de los hombres? ¿se trata de una experiencia idéntica, cualquiera que sea el tipo de cultura a la cual una persona pertenece, o se trata de algo que varía de acuerdo con el grado de individualismo alcanzado en una sociedad dada? ¿es la libertad solamente la ausencia de presión exterior o es también la presencia de algo? Y, siendo así, ¿Qué es ese algo? ¿Cuáles son los factores económicos y sociales que llevan a luchar por la libertad? ¿puede la libertad volverse una carga demasiado pesada para el hombre, al punto que trate de eludirla? ¿Cómo ocurre entonces que la libertad resulta para muchos una meta ansiada, mientras que para otros no es más que una amenaza? ¿no existirá tal vez, junto a un deseo innato de libertad, un anhelo instintivo de sumisión? Y si esto no existe, ¿Cómo podemos explicar la atracción que sobre tantas personas ejerce actualmente el sometimiento a un líder?
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28.8.21
Narrativa e identidad personal
Estamos hechos de historias: de las que escuchamos, de las que contamos, de las que nos contamos, de las que nos contamos sobre nosotros mismos, de las que otros cuentan sobre nosotros. En fin, la narrativa es un constante enriquecimiento del devenir constante que somos. En este corto fragmento, Larrosa aborda la cuestiones de la narrativa en relación con la identidad personal.
De lo que se trata aquí es de mostrar cómo el sentido de lo que somos o, mejor aún, el sentido de quién somos, depende de las historias que contamos y que nos contamos y, en particular, de aquellas construcciones narrativas en las que cada uno de nosotros es, a la vez, el autor, el narrador y el caracter principal, es decir, de las autonarraciones o historias personales. Por otra parte, esas historias están construidas y mediadas en el interior de determinadas prácticas sociales más o menos institucionalizadas: un confesionario, un tribunal, una escuela, un grupo de terapia, una relación amorosa, una reunión familiar, etc. Por decirlo en una sola proposición, el sentido de quién somos es análogo a la construcción y la interpretación de un texto narrativo y, como tal, obtiene su significado tanto de las relaciones de intertextualidad que mantiene con otros textos como de su funcionamiento pragmático en un contexto.
La experiencia de la lectura. Estudios sobre lectura y formación. (1996).
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7.8.21
Nos da miedo pensar
No siempre estamos dispuestos a aceptar las consecuencias en nosotros y en los demás, del ejercicio de pensar. Tarde que temprano, el pensamiento termina cuestionando la moral establecida y los límites del poder. El texto del filósofo inglés (1872-1970) es una vehemente defensa del pensamiento crítico, tan mentado pero tan escaso en nuestros días.
El ser humano teme al pensamiento más de lo que teme al cualquier otra cosa del mundo; más que a la ruina, incluso más que la muerte. El pensamiento es subversivo y revolucionario, destructivo y terrible. El pensamiento es despiadado con los privilegio, las instituciones establecidas y las costumbre cómodas; el pensamiento es anárquico y fuera de la ley, indiferente a la autoridad, descuidado con la sabiduría del pasado.
Pero si el pensamiento ha de ser posesión de muchos, no el privilegio de unos cuantos, tenemos que habérnoslas con el miedo. Es el miedo el que detiene al ser humano, miedo de que sus creencias entrañables no vayan a resultar ilusiones, miedo de que las instituciones con las que vive no vayan a resultar dañinas, miedo de que ellos mismos no vaya a resultar menos dingos de respeto de lo que había supuesto.
¿Va a pensar libremente el trabajador sobre la propiedad? Entonces, ¿qué será de nosotros los ricos? ¿Van a pensar libremente los muchachos y las muchachas jóvenes sobre el sexo? Entonces, ¿qué será de la moralidad? ¿Van a pensar libremente los soldados sobre la guerra? Entonces, ¿qué será de la disciplina militar?
¡Fuera el pensamiento! ¿Volvamos a los fantasmas del prejuicio, no vayan a estar la propiedad, la moral y la guerra en peligro!
Es mejor que los seres humanos sean estúpidos, amorfos y tiránicos, antes de que sus pensamientos sean libres. Puesto que si sus pensamientos fueran libres, seguramente no pensarían como nosotros. Y este desastre debe evitarse a toda costa. Así arguyen los enemigos del pensamiento en las profundidades inconscientes de sus almas. Y así actúan en las iglesias, escuelas y universidades.
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22.7.21
Lectura introductoria al Protágoras de Platón a partir del problema de la virtud (aréte)
Edgar Bravo M.
Entre los diálogos de Platón, sobre todo los llamados diálogos socráticos, el Protágoras ocupa un lugar privilegiado. Aquí Platón expone, de manera amplia, diversas concepciones de Sócrates acerca de la educación, la cultura y la ética. Junto con la Apología y el Critón, el Protágoras nos da una visión de conjunto del pensamiento socrático.
Pero el mérito del Protágoras
es más amplio. En cuanto a su estilo, goza de una perfección difícilmente
igualada por ningún otro diálogo. La vivacidad de los personajes y la fluidez
con que se desarrolla el diálogo mantienen, a lo largo del mismo la vitalidad,
la elegancia y la claridad. En su extensión, también sobrepasa y con mucho, los
demás diálogos socráticos. En cuanto a su contenido, Platón desarrolla temas muy
socráticos, dejando de lado cualquier alusión a la Teoría de las Ideas. Por
todo lo anterior, no resulta aventurado pensar que este diálogo fuera escrito
en una época posterior a los primeros diálogos, no muy posterior quizá, y que
tenía como fin aclarar y conservar las enseñanzas de su maestro.
En el Protágoras se encuentra
una variada reflexión sobre la virtud; parte de esta reflexión se inicia ya en
diálogos anteriores. Pero a diferencias de esos diálogos, en el Portágoras el análisis no se centra en
una virtud particular, sino en todas las virtudes particulares en general, en
sus relaciones entre sí y sus relaciones con la virtud toda. Además de estos
temas, otros que estructuran el diálogo se refieren al debate, entre Sócrátes y
Protágoras, sobre la posibilidad de enseñar la virtud, sobre la concepción de
la virtud como saber y sobre la relación entre placer y saber.
El diálogo se abre precisamente examinando Sócrates las pretensiones de
los sofistas de erigirse en maestros de la virtud política. El escenario es la
casa de Calias, adonde asisten las personalidades intelectuales de la época:
Pródico, Hipias, el joven Alcibíades, Protágoras, entre otros. Podemos
imaginarnos el diálogo completo como un ejemplo típico de la polémica suscitada
por los sofistas en la segunda mitad del siglo V a.C. en Grecia, en torno al
problema de la educación, sobre todo enfocado a la vida política. En el
diálogo, Platón contrapone la concepción ética de Sócrates con la paideia de los sofistas. El problema
formulado es el siguiente: ¿puede la sabiduría del sofista engendrar en otros
hombres la virtud para hacerlos buenos ciudadanos?, en otras palabras, ¿es la
virtud enseñable?
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7.7.21
La oveja negra
20.6.21
La ciencia moderna y las matemáticas
Yuval Noah Harari
El mundo ha cambiado vertiginosamente en los últimos 500 años y, en buena parte, se debe al surgimiento de una ciencia nueva basada en la observación, el método experimental y el desarrollo de las matemáticas. Esta nueva forma de conocer deja atrás la fuente de saber que dominó el mundo europeo medieval: la Biblia. Ahí estaban todas las respuestas a lo que importaba saber. En este fragmento de la obra de Harari, De animales a dioses. Breve historia de la humanidad, se muestra las novedades que trae consigo este nuevo saber científico, en particular, el impacto de las matemáticas.
“En 1500, los humanos estaban confinados a la superficie de la Tierra. Podían construir torres, escala montañas, pero el cielo estaba reservado a las aves, los ángeles y las deidades. El 20 de julio de 1969, los humanos llegaron a la luna. Esto no fue solo un acontecimiento histórico, sino una hazaña evolutiva e incluso cósmica. Durante los cuatro millos de años de evolución previos, ningún organismo consiguió siquiera abandonar la atmósfera de la Tierra, y ciertamente ninguno dejó la huella de un píe o de un tentáculo sobre la luna”.
Yuval Noah
Harari
2015.
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13.6.21
La poetisa Rabia Balkhi y los talibanes
"Ven, invita a mis ojos y a mi alma, de lo contrario, toma una espada y acaba con mi vida". Rabia Balhki, siglo IX-X.
El periodista pakistaní Ahmed Rashid (1948), conocedor a profundidad del movimiento islámico radical talibán, muestra en el siguiente relato acerca del legado de la poeta Rabia Balkhi, el carácter ultraconservador de este movimiento.
En Mazar se encuentra la tumba de Rabia Balkhi, una hermosa y trágica poetisa medieval. Fue la primera mujer de su tiempo que escribió poesía amorosa en persa, y murió trágicamente después de que su hermano le cortara las venas de las muñecas como castigo por haberse acostado con su amante esclavo. Rabia escribió su última poema con su propia sangre mientras agonizaba. Durante siglos jóvenes uzbekos de ambos sexos visitaron su tumba y la veneraron como a una santa. Allí rezaban por el éxito de sus amores. Cuando los talibán ocuparon Mazar, prohibieron las visitas a la tumba. El amor, incluso para una santa medieval, estaba ahora prohibido.
Ahmed Rashid, Los talibán. El Islam, el petróleo y el nuevo "Gran juego" en Asía Central, 2001
26.5.21
Ulises y el canto de las sirenas
Homero
John William Waterhouse, Ulises y las sirenas, 1891 |
"Pero á mí, Circe me tomó por la mano, me hizo sentar separadamente de los compañeros y, acomodándose á mi vera, me preguntó cuanto me había ocurrido; y yo se lo conté por su orden. Entonces me dijo estas palabras la veneranda Circe:
11.5.21
La herencia biológica y cultural
Francisco José Ayala
La evolución del ser humano, a diferencia de la de los demás organismos, tiene dos dimensiones: una, biológica; la otra, cultural. La evolución cultural es específicamente humana; no se da, al menos en sentido propio, en ningún otro organismo. En el ser humano, la evolución biológica y la evolución cultural se entrañan mutuamente como las dos vertientes de una cordillera. Las dos vertientes pueden ser muy diferentes en topografía, e incluso en flora y fauna, pero están mutuamente relacionadas de múltiples maneras y conducen a las mismas cimas. De manera análoga, la evolución biológica y la cultural depende una de otra. La cultura sólo puede existir sobre una base biológica apropiada y depende enteramente de la naturaleza y las cualidades de tal base. Al mismo tiempo, la cultura extiende sobremanera el poder adaptativo de la naturaleza biológica y constituye la fuente más importante de los cambios ambientales que determinan la evolución biológica humana.
Las dos dimensiones de la evolución humana, biológica y cultural, corresponden a las dos clases de herencia, genética y cultural, que existen en el ser humano. Medawar llama a estas dos clases de herencia endosomática y exosomática; respectivamente. La herencia biológica es similar en el ser humano y en los demás organismos de reproducción sexual. Se basa en la trasmisión de información genética en forma de ácido desoxirribonucleico (ADN) de una generación a las siguiente a través de las células sexuales o gametos. El cigoto, resultante de la fertilización del óvulo femenino por el espermatozoide masculino, contiene la información genética que, interaccionando con el ambiente, dirige el desarrollo de las características anatómicas, fisiológica y psicológicas del individuo adulto.
21.4.21
La distinción aristotélica entre los saberes teóricos, poiéticos y prácticos
Adela Cortina & Emilio Martínez Navarro.
Los saberes teóricos (del griego theorein: ver, contemplar) se ocupan de averiguar qué son las cosas, qué ocurre de hecho en el mundo y cuáles son las causas objetivas de los acontecimientos. Son saberes descriptivos: no muestran lo que hay, lo que es, lo que sucede. Las distintas ciencias de la naturaleza (Física, Química, Biología, Astronomía, etc.) son saberes teóricos en la medida en que lo que buscan es, sencillamente, mostrarnos cómo es el mundo. Aristóteles decía que los saberes teóricos versan sobre “lo que no puede ser de otra manera”, es decir, lo que es así porque así lo encontramos en el mundo, no porque lo haya dispuesto nuestra voluntad: el sol calienta, los animales respiran, el agua se evapora, las plantas crecen… todo eso es así y no lo podemos cambiar a capricho nuestro; podemos tratar de impedir que una cosa concreta sea calentada por el sol utilizando para ello cualesquiera medios que tengamos a nuestro alcance, pero que el sol caliente o no caliente no depende de nuestra voluntad: pertenece al tipo de cosas que “no pueden ser de otra manera”. Seguir leyendo.
10.4.21
Acerca de la distinción entre ética y moral
Antes de entrar en la estructura de la ética, no estará de más realizar alguna observación sobre las diferencias, si existen, entre las palabras ética y moral. Es un hecho que muchas veces las utilizamos como sinónimas (y así las utilizaré yo) de la misma manera que, de forma pedante, los personajes públicos suelen referirse a la ética de forma enfática como si fuera una moral solo que más profunda. Y esto más que aclarar confunde. Dejo sin entrar en detalle la etimología de ambos términos porque se trata de un tema enrevesado. Ética procede del griego y moral del latín. Por otro lado, en griego y solo con el cambio de una vocal ya no se dice lo mismo. Además, el significado de una palabra no es su etimología sino el uso que hagamos de ella en el lenguaje. En este sentido y trasladándonos a nuestros días, yo distinguiría tres usos para la ética. Uno es más antiguo y lo imponen dos grandes figuras de nuestra historia filosófica. Seguir leyendo...
25.3.21
El valor de la filosofía
Bertrand Russell
Habiendo llegado al final de nuestro breve resumen de los problemas de la filosofía, bueno será considerar, para concluir, cuál es el valor de la filosofía y por qué debe ser estudiada. Es tanto más necesario considerar esta cuestión, ante el hecho de que muchos, bajo la influencia de la ciencia o de los negocios prácticos, se inclinan a dudar que la filosofía sea algo más que una ocupación inocente, pero frívola e inútil, con distinciones que se quiebran de puro sutiles y controversias sobre materias cuyo conocimiento es imposible.
Esta opinión sobre la filosofía parece resultar, en parte, de una falsa concepción de los fines de la vida, y en parte de una falsa concepción de la especie de bienes que la filosofía se esfuerza en obtener. Las ciencias físicas, mediante sus invenciones, son útiles a innumerables personas que las ignoran totalmente: así, el estudio de las ciencias físicas no es sólo o principalmente recomendable por su efecto sobre el que las estudia, sino más bien por su efecto sobre los hombres en general. Esta utilidad no pertenece a la filosofía. Si el estudio de la filosofía tiene algún valor para los que no se dedican a ella, es sólo un efecto indirecto, por sus efectos sobre la vida de los que la estudian. Por consiguiente, en estos efectos hay que buscar primordialmente el valor de la filosofía, si es que en efecto lo tiene.
5.3.21
Síntesis de la Apología de Sócrates, de Platón
Edgar Bravo M. En la Apología
se presenta la defensa de Sócrates en su propio juicio. A diferencia de
otros diálogos platónicos, el contenido no gira en torno a la definición de
ninguna palabra. Se trata de dar un testimonio de su vida como prueba de sus
convicciones morales para desmentir a quienes lo acusan de ser impío, sofista y
corruptor de los jóvenes. El compromiso cívico y militar con la ciudad y los
valores democráticos como la justicia y la obediencia a las leyes que ella
detenta está, para Sócrates, por encima de cualquier otra consideración
política, social o personal.
De otra parte, su compromiso adquirido en el templo del Oráculo de Delfos reafirma su vocación ciudadana y lo lleva a “vivir filosofando, examinándome a mí mismo y a los demás” (Ap., 28 e).
Es precisamente esta misión, la de buscar siempre la sabiduría y la certeza de que nunca se debe cometer una injusticia, la que lleva a Sócrates durante el juicio a no tratar de evitar la pena de muerte: “Si sé que es malo y vergonzoso cometer injusticia y desobedecer al que es mejor, sea dios u hombre. En comparación con los males que sé que son males [cometer injusticia y desobedecer] jamás temeré ni evitaré lo que no sé si incluso es un bien [=la muerte]” (Ap. 29 b).
Así la defensa de Sócrates en la Apología resulta ser, por un lado, una reflexión sobre la vida y la muerte, y por otro lado, la postulación de un principio según el cual es preferible sufrir la muerte o cualquier injusticia antes que traicionar lo que resulta más valioso, la filosofía, la verdad y la justicia.