12.1.19

Elaboración de ensayos: alternativas y estrategias de escritura

Edgar Bravo M.                                                                                                                                                        El ensayo constituye la producción textual por excelencia para exponer nuestro punto de vista y argumentar sobre un tema específico; además, porque exige la relectura de textos, apuntes, consultas o investigaciones de diversas fuentes, así como un proceso de revisión y reescritura antes de llegar a la versión final del tema sobre el cual discurrimos.                                                                                                                                                   Esta guía está organizada en tres partes. En la primera se presentan tres alternativas para escribir un ensayo mostrando, en cada caso, cómo sería su estructura. En la segunda, se responde a la pregunta ¿para quién se escribe? mediante la noción de auditorio. Y en la última parte, se propone una manera para organizar y desarrollar el proceso de escritura de un ensayo...   Seguir leyendo.                                                                                                                     Palabras clave: ensayo, escritura.                                    

6.12.18

5 criterios para evaluar una explicación científica

Irving Copi

La ciencia se ocupa de dar explicaciones sobre los hechos. Sin embargo, normalmente sobre un hecho se puede establecer diferentes explicaciones, más o menos correctas. Para que una explicación científica sea considerada como tal y preferible a otra, debe cumplir con unos criterios mínimos: debe ser relevante, verificable, compatible con otras hipótesis justificadas de manera suficiente, debe tener poder predictivo o explicativo, y cumplir con un criterio de simplicidad, entre más simple mejor. El texto presenta y analiza cada uno de estos criterios.  Para acceder al texto: PDF.


20.11.18

El acto de escribir: entre la dicha y la desdicha

Ariel Rivadeneira

¿Qué es escribir? La pregunta no tiene una única respuesta. Diferentes son las motivaciones, intereses y propósitos. Enfrentarse a la escritura es un acto personal. El profesor Ariel Lucas Rivadeneira en una parte de su libro El escritor y su oficio (1997) presenta varias respuestas de escritores. En esta selección de fragmentos podemos identificarnos con algunas de esas respuestas o motivarnos para encontrar las propias.    Para acceder al texto PDF

10.10.18

El trabajo enajenado y los límites de la autorrealización del ser humano

Karl Marx

Los Manuscritos económico-filosóficos de 1844, escritos por el joven Marx, durante su estancia en Paris (conocidos también como los Cuadernos de París), esbozan, no sin cierto aire humanista, la concepción antropológica y ética del hombre concreto, del hombre real, del hombre de a pie. En ellos, Marx demuestra de qué manera, las determinaciones históricas y socioeconómicas condicionan la autorrealización del ser humano, generando alienación del trabajador respecto al objeto de su trabajo, y por ende, a la actividad misma de la producción y, en últimas, respecto a su relación consigo mismo y con los demás. La selección de textos que aquí se presenta corresponde a los Manuscritos de 1844 en la que el filósofo alemán muestra la naturaleza y las consecuencias del trabajo enajenado.   Versión: PDF.

22.9.18

La inspiración y la escritura. ¿Cómo concibe la inspiración el nobel Gabriel García Márquez?

"La inspiración es una palabra desprestigiada por los románticos. Yo no la concibo como un estado de gracia ni como un soplo divino, sino como una reconciliación con el tema a fuerza de tenacidad y dominio. Cuando se quiere escribir algo, se establece una especie de tensión recíproca entre uno y el tema, de modo que uno atiza al tema y el tema lo atiza a uno. Hay un momento en que todos los obstáculos se derrumban, todos los conflictos se apartan, y a uno se le ocurren cosas que no había soñado, y, entonces, no hay vida nada mejor que escribir. Esto es lo que yo llamaría inspiración." j

21.8.18

La filosofía consiste en mostrar lo que otros ocultan

Garrett Thomson

La filosofía no es solo cuestión de saber, es también cuestión de actitud. 

Hay un lugar en Oxford donde algunos profesores toman el sol al desnudo. Por alguna razón, el lugar es llamado El Placer del Sacerdote. Allí pueden hallarse en las tardes de verano, por una entrada que va hasta el rio Támesis, a algunos sabios ancianos leyendo sus periódicos. No es una cosa digna de verse, como descubrieron unas jóvenes damas una tarde infortunada.

25.7.18

Las tres transformaciones del espíritu

Friedrich Nietzsche
El autor de Así habló Zaratustra examina las transformaciones y la lucha del espíritu humano que busca su emancipación: pasar de camello a león, y de este a niño. Transformarse, una y otra vez,  se trata "de separarse, de alejarse de aquello a lo cual habría necesidad de decir no una y otra vez" (Ecce Homo, 3) hasta "llegar a ser - como decía Píndaro - el que es", a producir y descubrir el verdadero deseo. Sirve como corolario al texto de Nietzsche, lo que dice Gilles Deleuze: "Nunca encontraremos el sentido de algo, si no sabemos cual es la fuerza que se apropia de la cosa, que la explota, que se apodera de ella o se expresa en ella" (Nietzsche y la filosofía).   Para acceder al texto de Nietzsche: PDF




5.6.18

La filosofía nos enseña a ver la vida de otra manera

Garrett Thomson
Hay dos monjes budistas jóvenes a quienes les fascina fumar. Se arman de valor y deciden preguntarle al monje mayor si les concede el permiso para fumar durante las largas sesiones de meditación. El primer monje entra en el despacho del jefe del monasterio. Después de unos minutos, se escuchan gritos de ira en la oficina y el joven monje sale con rostro grave negando con la cabeza. El segundo monje entra en la oficina. Después de unos momentos, adentro se escuchan risotadas, y el segundo monje sale de allí con una gran sonrisa, asintiendo con la cabeza. El primer monje, perplejo, le pregunta a su amigo: “¿Por qué él te dio la aprobación, sabiendo que a mí me lo negó tan categóricamente? ¿Qué le preguntaste?” El segundo monje contesta: “Simplemente le pregunte si podía meditar mientras fumaba?

Garrett Thomson, Introducción a la práctica de la filosofía

18.5.18

El asombro como origen del filosofar

Aristóteles

Los hombres – ahora y desde el principio – comenzaron a filosofar al quedarse maravillados ante algo, maravillándose en un primer momento ante lo que comúnmente causa extrañeza y después, al progresar poco a poco, sintiéndose perplejos también ante cosas de mayor importancia, por ejemplo, ante las peculiaridades de la luna, y las del sol y los astros, ante el origen del Todo. Ahora bien, el que se siente perplejo y maravillado reconoce que no sabe (de ahí que el amante del mito sea, a su modo, “amante de la sabiduría”: y que el mito se compone de maravillas). Así, pues, si filosofaron por huir de la ignorancia, es obvio que perseguían el saber por afán de conocimiento y no por utilidad alguna. 
 
Metafísica, Libro I, cap. 2, 11-22.

 


24.4.18

La importancia de las buenas preguntas

Terry Eagleton

Se afirma con frecuencia que en el campo de la filosofía las preguntas son más importante que las respuestas. En efecto, una buena pregunta filosófica es capaz de despertar las ganas de aprender, desarrollar la investigación y estimular el pensamiento.    Versión PDF 

16.3.18

Los reinos sin justicia


San Agustín de Hipona

El filósofo Agustín de Hipona en el siglo IV plantea la justicia como la virtud central que fundamenta al poder político; aunque en la práctica, muchas veces, se quiera justificar dicho poder por medio de la fuerza. El texto corresponde al Libro IV, capítulo 4 de la Ciudad de Dios.   Texto en PDF.

 Cuán semejantes a los latrocinios son los reinos sin justicia. Sin la virtud de la justicia, ¿Qué son los reinos sino unos execrables latrocinios? Y éstos, ¿Qué son sino unos reducidos reinos? Estos son ciertamente una junta de hombres gobernada por su príncipe la que está unida entre sí con un pacto de sociedad, distribuyendo el botín y las conquistas conforme a las leyes y condiciones que mutuamente establecieron. Esta sociedad, digo, cuando llega a crecer con el concurso de gentes abandonadas, de modo que tenga ya lugares, funde poblaciones fuertes, y magníficas, ocupe ciudades y sojuzgue pueblos, toma otro nombre más ilustre llamándose reino, al cual se le concede ya al descubierto, no la ambición que dejado, sino la libertad, sin miedo de las vigorosas leyes que se le han añadido; y por eso con mucha gracia y verdad respondió un corsario, siendo preso, a Alejandro Magno, preguntándole este rey qué le parecía cómo tenía inquieto y turbado el mar, con arrogante libertad le dijo: y ¿qué te parece a ti cómo tienes conmovido y turbado todo el mundo? Mas porque yo ejecuto mis piraterías con un pequeño bajel me llaman ladrón, y a ti, porque las haces con formidables ejércitos, te llaman rey.

7.2.18

¿Por qué la filosofía no es una ciencia?

Luis Villoro

Porque la filosofía no es una ciencia. La filosofía no descubre nuevos hechos ni propone leyes que expliquen su comportamiento. La filosofía analiza, clarifica, sistematiza conceptos. Al hacerlo, pone en cuestión las creencias recibidas, reordena nuestros saberes y puede reformar nuestros marcos conceptuales. El análisis de los conceptos epistémicos es tarea de la filosofía, la explicación de los hechos de conocimiento, asunto de la ciencia; la pregunta por la verdad y justificación de nuestras creencias compete a la filosofía, la pregunta por su génesis y resultados, a la ciencia. 

 

 Creer, saber, conocer. (1982). México: Siglo xxi. P.12.

 

11.1.18

Resignación

Arquíloco de Paros
Poeta y guerrero, vivió en el siglo VII a.c., en la isla de Paros, en el mar Egeo. Rechazado por buena parte de la nobleza, a quien hizo blanco de sus sátiras. Considerado como el padre de la sátira. Antecesor del drama satírico del comediante Aristófanes y del poeta Horacio. Entre sus temas, caracterizados por la sinceridad, predominan la mesura y el esfuerzo.    
Versión PDF.                                        

              

   

Resignación

Corazón, corazón, de irremediables penas agitado,

¡álzate! Rechaza a los enemigos oponiéndoles el pecho,

y en las emboscadas traidoras sostente con firmeza.

Y ni, al vencer, demasiado te ufanes,

ni, vencido, te desplomes a sollozar en casa.

En las alegrías, alégrate, y en los pesares gime sin excesos.

Advierte el vaivén del destino humano. 

11.12.17

El hombre como historia

 José Ortega y Gasset

El filósofo español (1883-1955) en este fragmento de su obra Historia como sistema[1]contrapone la concepción del ser humano como una entidad con una naturaleza definida  frente a la del ser humano como algo no definido, sino siempre haciéndose a sí mismo. 

Mal podía la razón físico-matemática, en su forma crasa de naturalismo o en su forma beatífica de espiritualismo, afrontar los problemas humanos. Por su misma constitución, no podía hacer más que buscar la naturaleza del hombre. Y, claro está, no la encontraba. Porque el hombre no tiene naturaleza. El hombre no es su cuerpo, que es una cosa; ni es su alma, psique, conciencia o espíritu, que es también una cosa. EI hombre no es cosa ninguna, sino un drama – su vida, un puro y universal acontecimiento que acontece a cada cual y en que cada cual no es, a su vez, sino acontecimiento. Todas las cosas, sean las que fueren, son ya meras interpretaciones que se esfuerza en dar lo que encuentra. El hombre no encuentra cosas, sino que las pone o supone. Lo que encuentra son puras dificultades y puras facilidades para existir. El existir mismo no le es dado «hecho» y regalado como a la piedra, sino que –rizando el rizo que las primeras palabras de este artículo inician, diremos– al encontrarse con que existe, al acontecerle existir, lo único que encuentra o le acontece es no tener más remedio que hacer algo para no dejar de existir. Esto muestra que el modo de ser de la vida ni siquiera como simple existencia es ser ya, puesto que lo único que nos es dado y que hay cuando hay vida humana es tener que hacérsela, cada cual la suya. 

Para seguir leyendo: PDF

18.10.17

Los dioses de Delfos: Apolo y Dionisio

Umberto Eco 
     Según la mitología, Zeus habría asignado una medida apropiada y un justo límite a todos los seres: el gobierno del mundo coincide así como una armonía precisa y mesurable, expresada en las cuatro frases escritas en los muros del templo de Delfos: “Lo más exacto es lo más bello”, “Respeta el límite”, “Odia la hybris (insolencia)”, “De nada demasiado”. En estas reglas se basa el sentido general griego de la belleza, de acuerdo con una visión del mundo que interpreta el orden y la armonía como aquello que pone un límite al “bostezante Caos” de cuya garganta brotó, según Hesíodo, el mundo. Es una visión que cae bajo la protección de Apolo, que efectivamente está representado entre las Musas en el frontón occidental del templo de Delfos. Pero en el mismo templo (que se remonta al siglo IV a.C.), en el frontón oriental opuesto, está representado Dionisios, dios del caos y de la desenfrenada infracción de todas las reglas...  Seguir leyendo.

22.8.17

La infelicidad en la literatura

Augusto Monterroso

Como señala el escritor hondureño (1921-2003), la literatura parece estar más vinculada al dolor y a la infelicidad, pues pareciera que la felicidad termina siendo catalogada de superficial.

La literatura está más hecha de lo negativo y de lo adverso y, sobre todo, de lo triste. El bienestar, y específicamente la alegría, carecen de prestigio literario, como si el regocijo y los momentos de felicidad fueran espacios vacíos, vacíos y por lo tanto intransferibles, de los que el verso y la prosa serían malos portadores. Parecería que sólo los bobos están contentos y que hay que evitar a toda costa mostrarse tonto; el genio, en cambio, se presenta siempre como profundamente preocupado, cuando no sumido en el dolor y la incomprensión. Si declaro que me encuentro bien y feliz, a nadie le importa; aparte de que la declaración misma de felicidad tiene algo de insultante; debo decir que estoy mal, o triste, para que mi posible lector tenga a quien compadecer y se alegre y acaso hasta me perdone que sea yo el que escribe y él el que lee. Los románticos salvaron a Cervantes del olvido cuando descubrieron que su libro era un libro triste. "

Tríptico 

20.6.17

¿Existe una edad para filosofar?

Epicuro de Samos

Vivió en el siglo IV a.C. bajo el Imperio helenístico. Como muchos filósofos de la época tenía su propio centro de estudios, El Jardín,  a las afueras de Atenas. Admitía a personas de todas las clases sociales, incluso a mujeres, lo cual no era habitual. Epicuro propone una filosofía hedonista centrada, ante todo, en los placeres espirituales como la amistad y el cultivo de una vida frugal. El fragmento que aquí presentamos corresponden a la introducción de su texto más conocido: la Carta a Meneceo.

7.4.17

El papel de la razón en los asuntos humanos

Betrand Russell. 

¿Qué papel juega la razón en los asuntos humanos? ¿En qué consiste la razón? ¿Es preferible guiarse por las pasiones que por la razón? Estas y otras cuestiones relacionadas examina Russell en el siguiente fragmento de su obra El conocimiento humano. 


   Se me dice una y otra vez que sobrestimo el papel de la razón en los asuntos humanos. Esto puede significar que creo que la gente es o debería ser más racional de lo que mis críticos creen que es. Pero creo que hay un error previo por parte de mis críticos, y es que ellos, no yo, sobreestiman de forma irracional el papel que la razón es capaz de juzgar, y esto se produce, creo, por el hecho de que confunden totalmente lo que significa la palabra "razón". 


   “Razón” tiene un significado perfectamente claro y preciso. Significa la elección de los medios adecuados para lograr un fin que se desea alcanzar. No tiene nada que ver con la elección de los fines. Pero los enemigos de la razón no se dan cuenta de esto, y piensan que los defensores de la racionalidad quieren que la razón dicte los fines al igual que los medios. En los escritos de los racionalistas no hay nada que justifique esta postura. Hay una frase famosa: “La razón es, y sólo debería ser, esclava de las pasiones.” Esta frase no procede de las obras de Rousseau, Dostoievsky o Sartre, sino de la de David Hume. Expresa una opinión que yo, como todo hombre que intenta ser racional, apruebo por completo.  


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19.1.17

Experiencia estética y experiencia científica

Nelson Goodman 

Nominalista contemporáneo, en el texto De la muerte y otras materias sostiene que el mundo es una construcción simbólica de la cual existen diversas versiones correctas: “el mundo se disuelve en las versiones y las versiones hacen mundos, proporciona una ontología evanescente y se ocupa de investigar aquello que convierte en correcta a una versión y hace que un mundo esté bien construido”. En la primera parte de este texto se presenta un fragmento de su obra Los lenguajes del arte, (1976) en el que analiza las relaciones entre la experiencia estética y la experiencia científica, ¿qué tan cercana está la una de la otra? En la segunda parte del texto se proponen algunas preguntas para orientar el análisis del texto.   Seguir leyendo.


9.12.16

¿Cuál es el valor de la filosofía?

Séneca

Alguien podrá decir: ¿De qué me sirve la filosofía, si existe algo como el destino? ¿Para qué,  si es un dios el que gobierna, si todo está sometido al azar? Pues no podemos modificar lo que ya está fijado de antemano, ni hacer nada contra lo imprevisible; porque, o el dios se anticipó a mi decisión y determinó lo que habría que hacer, o la suerte cierra toda posibilidad de juego a mi libre decisión. En cualquiera de estos casos, o aunque esas hipótesis fueran ciertas, debemos acudir a la filosofía: sea que el destino nos tenga cogidos en una red de la que no podamos escapar, o que un dios, árbitro del Universo, lo haya decidido todo, o que el azar empuje y agite sin orden los asuntos humanos, la filosofía está para protegernos. Nos dirá que obedezcamos al dios de buen grado, que resistamos duramente a la fortuna. Te enseñará como seguir al dios, como sobrellevar el destino. 

Carta XVI a Lucilo

12.9.16

El papel esclarecedor de la Filosofía

Ludwig Wittgenstein

El filósofo austriaco (1889-1951) presenta en su obra el Tratactus Logico-Philosophicus cuál debe ser la función de la filosofía. Presentamos aquí algunos apartes.

4.112. El objeto de la filosofía es la aclaración lógica de los pensamientos. La filosofía no es una teoría sino una actividad. Una obra filosófica consiste esencialmente en elucidaciones. El resultado de la filosofía no son proposiciones filosóficas sino el hacer claras las proposiciones. La filosofía debe esclarecer y delimitar con precisión los pensamientos que de otro modo sería, por así decirlo, opacos y confusos. 

4.1121. La teoría del conocimiento es la psicología de la filosofía. 

14.6.16

Las preguntas esenciales de la filosofía

Immanuel Kant

El campo de la filosofía puede reducirse a las siguientes preguntas: ¿Qué puedo saber? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me está permitido esperar? y ¿Qué es el hombre? A la primera pregunta responde la Metafísica, a la segunda, la Moral; a la tercera, la Religión, y a la cuarta, la Antropología. Pero, en el fondo, se podría considerar todo ello como perteneciente a la Antropología, pues las tres primeras preguntas se refieren a la última.

Crítica de la razón pura, 1787

26.3.16

Una caña pensante

Blaise Pascal

El hombre no es más que una caña, la más débil de la naturaleza; pero es una caña pensante. No es necesario que todo el universo se arme para destrozarlo: un vapor, una gota de agua es suficiente para matarlo. Pero aunque el universo lo destrozase, el hombre sería aún más noble que el que lo mata, porque sabe que muere y sabe la superioridad del universo sobre él; en cambio, el universo no sabe nada de ello. Toda nuestra dignidad consiste, pues, en el pensamiento. Es con éste como debemos ennoblecernos, y no con el espacio y el tiempo que podamos ocupar.

Pensamientos

8.12.15

Utilidad de la lógica

Lewis Carroll

Domine usted la maquinaria de la lógica simbólica y tendrá siempre a mano una ocupación intelectual que absorberá su interés y que será de una efectiva utilidad en cualquier tema del que pueda ocuparse. Ello le proporcionará la claridad de pensamiento y la habilidad para encontrar a mano en medio de la confusión, el hábito de disponer sus ideas de una forma metódica y ordenada y -lo cual vale más que todo eso- el poder de detectar falacias y despedazar los argumentos insustancialmente ilógicos que encontrará de continuo en los libros, en los periódicos, en los discursos e incluso en los sermones, y que con tanta facilidad engañan a los que nunca se han tomado la molestia de aprender de este arte fascinante.

El juego de la lógica, 1896 

1.10.15

La fuerza de la costumbre

David Hume

Las fuerzas por las que operan los cuerpos son enteramente desconocidas. Nosotros percibimos sólo sus cualidades sensibles; y, ¿qué razón tenemos para pensar que las mismas fuerzas hayan de estar siempre conectadas con las mismas cualidades sensibles?

No es, por lo tanto, la razón la que es guía de la vida, sino la costumbre. Ella sola determina a la mente, en toda instancia, a suponer que el futuro es conformable al pasado. Por fácil que este paso pueda parecer, la razón nunca sería capaz, ni en toda la eternidad, de llevarlo a cabo. 

Tratado de la naturaleza humana, 1739 

11.9.15

El dinero

Karl Marx 

El dinero, en cuanto tiene la propiedad de comprarlo todo, de apropiarse de todos los objetos, es, pues, el objeto por excelencia. El carácter universal de esta propiedad corresponde a la omnipotencia del dinero, que es considerado como un ser omnipotente... el dinero es la alcahueta entre la necesidad y el objeto, entre la vida humana y los medios de subsistencia. Pero que me sirve de mediación para mi vida también actúa como mediador de la existencia de los otros hombres para mí. Es, para mí, la otra persona. Seguir leyendo...

14.8.15

El papel de la razón y el sentimiento en las acciones morales

David Hume

Pero aunque la razón plenamente asistida y mejorada sea bastante para instruirnos sobre las tendencias útiles o perniciosas de las cualidades y acciones, no es, por sí sola, suficiente para producir ninguna censura o aprobación moral. La utilidad es solo una tendencia hacia cierto fin; y si el fin nos fuera totalmente indiferente, sentiríamos la misma indiferencia por los medios. Hace falta que se despliegue un sentimiento, para dar preferencia a las tendencias útiles sobre las perniciosas. 

Investigación sobre los principios de la moral, 1751

7.7.15

Acerca del prejuicio

Voltaire

Prejuicio es admitir una opinión sin haberla antes juzgado. De esta forma, en todas las partes del mundo inspiramos a los niños las opiniones que queremos antes que puedan juzgarlas. 

Hay prejuicios universales y necesarios que se proponen inculcar la virtud. En todos los países enseñan a los niños a reconocer la existencia de un Dios que castiga y premia, a respetar y querer a los padres, a considerar el robo como un crimen y la honestidad como una virtud, antes que los niños puedan comprender qué es el vicio y la virtud. Existen, pues prejuicios buenos que el juicio ratifica cuando el ser humano empieza a razonar. 

El sentimiento no es un prejuicio, sino algo muy superior. La madre no ama a su hijo porque le dicen que debe quererlo; le ama porque le ama. En cambio, respetamos por prejuicio al hombre revestido de ciertos hábitos que camina y habla con gravedad. Nuestros padres nos han dicho que debemos inclinarnos ante él y le respetamos antes de saber si merece nuestro respeto. Crecemos en edad y en conocimiento, nos percatamos de que ese hombre es un charlatán, interesado y orgulloso, y entonces despreciamos al que respetábamos ayer y el prejuicio sucumbe ante nuestro juicio. 

Diccionario filosófico, 1764

5.6.15

Una concepción del mal

Agustín de Hipona

El siguiente fragmento del Enquiridión, publicado en el 503el filósofo  convertido al cristianismo aborda la concepción del mal como ausencia del mal y no como algo que exista por sí mismo. 

Pues ¿qué otra cosa es el mal, sino privación del bien? Del mismo modo que, en los cuerpos de los animales, el estar enfermos o heridos no es otra cosa que estar privados de la salud -y por eso, al aplicarles el remedio, no se intenta que los males existentes en aquellos cuerpos, es decir, las enfermedades y heridas se trasladen a otra parte, sino destruirlas ya que ellas no son sustancia, sino alteraciones de la carne, que, siendo sustancia y, por lo tanto, algo bueno, recibe estos males, esto es privaciones del bien que llamamos salud-, así también todos los defectos de las almas son privaciones de bienes naturales, y esos defectos, cuando son curados, no se trasladan a otros lugares, sino que, no pudiendo subsistir en aquella salud, desaparecen totalmente. [...]

Sin el bien no podría existir el mal. El bien que carece de todo mal es el bien absoluto; por el contrario, aquel al que está adherido el mal es un bien corrupto o corruptible; y donde no existe el bien, no es posible mal alguno. De aquí se deduce una extraña conclusión: que, siendo toda sustancia, en cuanto tal, un bien, parece que cuando a la sustancia corrompida se la denomina mala, se afirma que el mal es lo mismo que el bien, y que el mal no existe sino en cuanto existe el bien; pues toda naturaleza es un bien, y no existiría cosa mala alguna si esa misma cosa que es mala no fuese sustancia. De donde se sigue que no se da el mal sino el bien, Y aunque esto parezca absurdo, sin embargo la trabazón de este razonamiento exige necesariamente esta conclusión. 

Versión PDF.


30.3.15

Paradojas lógicas: el cretense mentiroso

Martin Gardner

Se atribuye a Epiménides haber afirmado: "Todos los cretenses son mentirosos".
Sabiendo que el mismo era cretense, ¿decía Epiménides la verdad?

Epiménides fue un lengendario poeta griego que vivió en Creta hacia el siglo VI a.C. Uno de los mitos que de él se cuenta dice que en cierta ocasión estuvo durmiendo durante cincuenta y siete años.

La frase que se le atribuye da pie a una contradicción lógica si se admite que los mentirosos siempre mienten, mientras que las personas que no son mentirosas -las llamamos veraces- dicen siempre la verdad. Con estas hipótesis, la declaración: "Todos los cretenses son mentirosos" no puede ser verdadera, porque entonces Epiménides sería mentiroso, y, por tanto, esto que él nos dice tiene que ser falso. Por otra parte, tampoco puede ser falsa, porque se deduciría entonces que los cretenses son veraces, y, por consiguiente, lo que Epiménides dice sería verdad. 

A los antiguos griegos les tenía perplejos que enunciados de apariencia perfectamente clara no pudieran ser ni verdaderos ni falsos sin contradecirse a sí mismos. 

¡Ajá! Paradojas que hacen pensar, 2013




10.3.15

Breve panorama de la Filosofía Griega desde Homero hasta Sócrates y los sofistas

Edgar Bravo M. 

El paso del mito al logos. Se denomina así al surgimiento de la filosofía occidental en la Grecia antigua. La mitología durnate los siglos VIII y VII a.C., representada en los poetas como Homero en la Ilíada y la Odisea, y en Hesíodo, con la Teogonía, muestran una cosmovisión del mundo en un lenguaje mitológico, religioso, propio de una sociedad aristocrática constituida por reinos; en el siglo VI a.C., tales explicaciones parecían no satisfacer la nueva realidad política de la polis (ciudad-Estado). Era necesaria una explicación del universo más acorde con el universo de la polis centrado en la democracia.  Para seguir leyendo: PDF


13.2.15

Democracia antigua y democracia moderna

Claude Mossé

La democracia nació en la Grecia Antigua; y si bien la democracia moderna es su heredera, también obedece a sus  particularidades. En este texto se examina el "imaginario" de la democracia griega, no siempre real y se compara con el de la democracia moderna, particularmente de los siglos XVIII y XIX.     Para acceder al texto: PDF.

Palabras clave: democracia, democracia ateniense, democracia moderna, soberanía.
Bibliografía: Mossé, Claude. "Democracia antigua y democracia moderna". Thesis. Nueva Revista de Filosofía y Letras. 8 (1981): 52-56. 

28.1.15

La escasez de respeto

Richard Sennet

La falta de respeto, aunque menos agresiva que un insulto directo, puede adoptar una forma igualmente hiriente. Con la falta de respeto no se insulta a otra persona, pero tampoco se le concede reconocimiento, simplemente no se le ve como un ser humano integral cuya presencia importa.

Cuando la sociedad trata de esta manera a las masas y solo destaca a un pequeño número de individuos como objeto de reconocimiento, la consecuencia es la escasez de respeto, como si no hubiera suficiente cantidad de esta preciosa sustancia para todos. Al igual que muchas hambrunas, esta escasez es obra humana; a diferencia del alimento, el respeto no cuesta nada. Entonces, ¿por qué habría de escasear?                                                                                                                                                                                                                                                                        El respeto: sobre la dignidad del hombre en un mundo desigual, Barcelona: Anagrama, 2003

15.9.14

Lenguaje y realidad

Por Edgar Bravo
¿De qué hablan las palabras? La respuesta más inmediata diría que las palabras hablan del mundo y de nosotros que somos parte de él, y por supuesto de los objetos; es decir, las palabras hablan de las cosas que son, de lo posible. Piense usted en varios ejemplos…  Pero ¿y qué pasa con lo imposible? ¿Pueden hablar las palabras de lo que no es? ¿Es posible esa experiencia?

Cuando nacemos nos enfrentamos a un mundo que ya está dado. Aunque estamos en él, aún no nos pertenece. Será a través del lenguaje que nos apropiamos del mundo. Aparece la necesidad de nombrar las cosas. Lo que podemos nombrar de alguna manera nos pertenece porque comienza a formar parte de nuestro mundo. Es. Así que nuestras experiencias del mundo están mediadas por el lenguaje. El lenguaje, las palabras, van configurando el sentido del mundo. A través del lenguaje pensamos el mundo y en quiénes somos. ¿Podemos ser sin lenguaje? ¿Podemos comprender verdaderamente el mundo sin el lenguaje? ¿Podemos pensarnos de otro modo que no sea a través del lenguaje?

6.9.14

Sobre la imposibilidad de definir la palabra "bueno"

G.E. Moore

Por tanto, la palabra "bueno", si por ello queremos decir aquella cualidad que afirmamos que pertenece a una cosas cuando decimos que ésta es buena, es incapaz de "definición" es el sentido en que una definición en el sentido más importante de ese término. El sentido más importante de "definición" es el sentido en que una definición enuncia cuáles son las partes que invariablemente componen un cierto todo; y, en este sentido, "bueno" carece de definición porque es simple y carece de partes. Es uno de esos innumerables objetos del pensamiento que son incapaces de definición, porque son términos últimos por referencia a los cuales debe definirse todo lo que sea capaz de definición... No hay, por consiguiente, ninguna dificultad intrínseca en la afirmación de que "bueno" denota una cualidad simple e indefinible. Hay otros muchos ejemplos de tales cualidades... Mi posición es que "bueno" es una noción simple como lo es amarillo; que al igual que no se puede explicar por medio alguno lo que es el amarillo a alguien que no lo conozca, tampoco se puede explicar lo que es bondad. 

Principia ethica, 1903

6.5.14

Discurso sobre la Dignidad del Hombre

Pico della Mirandola

El filósofo italiano Giovanni Pico della Mirandola, vivió en el periodo del Renacimiento, en el siglo XV, escribe su Oratio de hominis dignitate, como una exaltación de la capacidad del ser humano para hacerse a sí mismo. El texto está inspirado en el Génesis de la Biblia y en el Timeo de Platón, y constituye un manifiesto humanista del Renacimiento. Se presenta aquí un fragmento.

 “Cuando Dios ha completado la creación del mundo, empieza a considerar la posibilidad de la creación del hombre, cuya función será meditar, admirar y amar la grandeza de la creación de Dios. Pero Dios no encontraba un modelo para hacer al hombre. Por lo tanto se dirige al prospecto de criatura, y le dice:

 No te he dado una forma, ni una función específica, a ti, Adán.

18.3.14

Estructura de un relato

Gemma Lluch

Identificar la estructura de un relato desde su secuencia nos permite una mejor comprensión tal como lo señala la profesora y filóloga Lluch: 
Situación inicial: se parte de una situación estable. Se presentan los personajes principales, el escenario, la época y las relaciones que establecen.
Inicio del conflicto: llamada también inicio de la acción, del nudo o de la complicación. Hay una acción o un acontecimiento que modifica la situación inicial e introduce una tensión.
Conflicto: es el resultado de la secuencia anterior: uno de los participantes desarrolla una serie de acciones para intentar resolver el conflicto.
Resolución del conflicto: llamada también fin del conflicto, de la acción, desenlace. Es el resultado de las acciones precedentes y el fin del proceso creado con el conflicto.
Situación final: vuelta a una situación estable, generalmente distinta de la inicial.

Bibliografía: Lluch, Gemma, Cómo analizamos relatos infantiles y juveniles, Bogotá: Norma, 2004     

16.8.13

Sobre el relativismo moral

Protágoras de Abdera

En este fragmento el sofista Protágoras, en el siglo V a.C., en Grecia plantea en los llamados discursos dobles su posición respecto al origen de las normas morales: ¿lo bueno y lo malo son algo relativo y distinto según las circunstancias y las personas o, por el contrario, se refieren a algo objetivo?

Dos clases de discursos se hacen en Grecia por los filósofos en torno al bien y al mal. En efecto, unos afirman que uno es el bien, otro es el mal, y otros afirman que es la misma cosa y que ésta sería pra unos bien, para otros mal e incluso, para un mismo hombre, ora es bien, ora es mal. Yo, por mi parte, me sumo a estos últimos.

El mismo discurso se hace sobre lo bello y lo feo. Creo que si se mandara a todos los hombres reunir en un montón las cosas que cada uno de ellos considera feas y después viceversa, no sería dejada ni una, sino que entre todos las tomarían todas, porque no todos creen en las mismas cosas. 

Nada es absolutamente bello, ni absolutamente feo, ni bueno ni malo, sino que, tomando ciertas cosas, las hace feas y cambiándose, bellas.


 

4.6.13

Sobre el despotismo

Denis Diderot

Filósofo de la época de Ilustración, editor junto con D'Alembert de la Enciclopedia, que contiene los grandes saberes de su época. Aquí una reflexión sobre el poder.

"El despotismo, amiga mía, es la más terrible de las seducciones, nadie se resiste a ella. El que puede hacerlo todo impunemente hace mucho mal. Si Calígula hubiese sido hijo de un zapatero de Roma, solamente hubiese matado moscas."